Nathan Graham debuta con «Saint Of Second Chances», editado por el sello de Chicago Pravda Records. El disco ha sido producido por el propio Graham, John Macneil, y Stephen Shirk en los Shirk Studios de Chicago. El equipo de grabación está formado por Nathan (voz principal, guitarras), Ian Tsan (Batería), John Macneil (Bajo) y Cody Messick (Guitarras). Como curiosidad científica; Messick es físico además de guitarrista: fue la primera persona en observar GW170817, la primera fusión de estrellas de neutrones jamás detectada. También colaboran a los coros Kristina Cottone y Sonya Major, Michael Maimone (teclados) y Dorian Gehring (pedal steel).
Escucha «Saint Of Second Chances» de Nathan Graham aquí:
Nathan Graham, residente en Chicago, ha pasado más de una década haciendo carrera como guitarrista de directo. En los últimos años dio un giro en una nueva dirección, reinventándose como cantante y compositor. Aunque en su juventud se centraba en Prince o Earth, Wind &Fire, poco a poco fue introduciéndose en sonidos más tradicionales. Su debut tiene momentos blues, country y soul delicadamente arreglados con líneas de guitarra expresivas y melodías vocales que pueden recordar al Kiwanuka menos experimental.
“Cuando la gente escucha ‘cantautor’, normalmente piensan en alguien blanco, de mediana edad y hombre. Pero grandes como Smokey Robinson, Luther Vandross o Lauryn Hill merecen ser replanteados como parte del género tanto como alguien como Bob Dylan. Lo hacen de una manera diferente, pero hacen exactamente lo mismo: usan su voz para contar una historia”.
El álbum se abre con uno de los singles de adelanto, “Pride”, un inicio potente guiado por un riff rockero y unas melodías vocales grandilocuentes. Una canción con todo para triunfar, desde el estribillo a ese solo de piano que complementa a las guitarras y demuestra que no se conforma con arreglos previsibles. acordes iniciales pronto dan paso a un ritmo impulsor y ganchos para cantar, golpes de piano en la pausa instrumental y estribillos crecientes. “Fake Friends” le sigue con su ritmo sincopado y fuertes aromas de soul clásico. Como el título indica, trata la falsa empatía en una relación, que muchas veces impide que todo se desarrolle de manera adecuada. Este tipo de pensamientos orbitan durante todo el álbum: la ansiedad de la condición humana: el miedo perderlo todo y lo fácil que es precipitarse entre dos opuestos como son la felicidad y la tristeza. Estos temas universales son su forma de vincularse con su audiencia.
“Somebody Else” es otra melodía con alma de soul, al igual que «Right One» o «Already Won». Está claro que es el género que mejor le sienta a su profunda y sabia voz. Aunque cuando se acerca al country soul de Nathaniel Rateliff con “Good Honest Man” demuestra que es un tipo preparado y con canciones muy robustas. «I´ll Get Right» es el final perfecto, con ese solo de guitarra que coquetea con el rock sureño y que deja un gran sabor de boca. Graham ha sido telonero de artistas como Ben Harper, Lucinda Williams y The Wallflowers y, a medida que construye una base de fans, espera cambiar la percepción de la gente sobre lo que puede ser un cantautor.
