Bullet y Grey Attack despertaron la atención el 16 de Noviembre a gran parte de los más leales seguidores que vibran con un concierto de heavy rock y mantienen viva la programación de música en directo en salas pequeñas. Chupas de cuero, chalecos vaqueros repletos con parches de bandas heavy, pantalones pitillo, cerveza… en los aledaños de la Sala Silikona se respiraba un cierto aroma preámbulo de un concierto de heavy rock. Con gran puntualidad salieron los alemanes Grey Attack liderados por el cantante y guitarrista Gray Charlez desglosando un repertorio escogido de sus diez años de trayectoria. Wulff Maahn a la guitarra rítmica, Frank Le Gov al bajo y JFK a la batería contribuyen a solidificar el sonido contundente de esta banda.
Temas de sus tres trabajos donde recurren a un hard rock, con guiños al grunge. Despertaron cierta curiosidad en las primeras filas reconfortando a los músicos con su cercanía. Una actuación precisa que dio paso al plato fuerte de la noche. Bullet revitalizaron los años dorados del heavy rock clásico, tanto en indumentaria como en su musicalidad. Cuidan la imagen propia de años pasados, cuero, flecos, tachuelas, muñequeras de pinchos…. y es que cuando una banda sale al escenario tiene que tener en cuenta que todo puntúa. Si a esto le sumamos temas pegadizos y enérgicos hay que hacerlo muy mal para no meterse al público en el bolsillo.
Demostraron saber encauzar un concierto que estuvo dividido en tres partes basadas en su último trabajo grabado en directo «Live» de 2019. Arrancaron soberbios con «Speed Attack», Ain´t Enough», «Rogue Soldier», «Riding High», «Turn It Up Loud», «Rolling Home». Dag Hofer y su característica voz rota, nos trae a la memoria un inconfundible vocalista teutón, ligado a una musicalidad aleación de la gran variedad de bandas que influyen para componer sus temas propios personifican el sonido de esta formación. Primer pequeño parón para dar comienzo una nueva tanda de trallazos «Storm Of Blades», «Dusk Til Dawn», «Heading For The Top», «Rambling Man» y «Stay Wild». Hampus Klang y Alexander Lyrbo aprovecharon el juego que da el tener dos guitarras acentuado por una contundente y vistosa base rítmica a cargo de Gustav Hjortsjö a la batería y Gustav Hector al bajo.
Entre parón y parón aprovecharon para grabar vídeos y presentar cada parte del concierto con una introducción. Una última y limitada parte concluyeron con «Highway Pirates», «Fuel The Fire», «Highway Love» y «Bite The Bullet». Nos engatusaron desde el comienzo hasta el final. No faltaron los puños en alto ensalzando y siguiendo los temas, coros estimulando las canciones más contagiosas… la entrega de un público cuando los que están encima de las tablas se lo están currando. Una vez más tenemos que reprochar los ajustes horarios, finalizaron veinte minutos antes de lo previsto. Se nos quedó escasa la actuación, pudieron culminar por todo lo alto su paso por Madrid. Aún así la gente salió satisfecha de ver nuevamente a este quinteto sueco.
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