La virtuosa de la guitarra, Kaki King, hizo su esperado debut en España, convirtiendo el Auditorio Caja de Música de Centro Centro Cibeles en un santuario sonoro. En una velada donde las cuerdas resonaron como nunca, King, entre risas y destrezas, compartió secretos musicales y prometió volver a España
En una noche donde las cuerdas de Kaki King fueron las únicas protagonistas, la artista virtuosa de la guitarra hizo su entrada triunfal en España, conquistando el escenario del Auditorio Caja de Música de Centro Centro Cibeles. Este capítulo musical se entrelazó dentro del Festival de JazzMadrid, transformando el precioso espacio arquitectónico subterráneo de aristas geométricas en un escenario íntimo donde cada acorde resonaba sin restricciones. Para Kaki King, Madrid representó un territorio inexplorado, un desafío musical en el que su guitarra trazó su primera línea. La artista, con complicidad, compartió que España era su deuda pendiente, habiendo dejado su marca en escenarios de Francia, Portugal e Italia, pero nunca aquí.
El escenario se iluminó con la destreza única de Kaki King, quien desplegó su magia sonora con composiciones de su último álbum, Modern Yesterdays (2020). «Can’t Touch This or That or You or My Face» y «Puzzle Me-You» fueron destellos de su técnica de tapping, acariciando las sensibilidades de una audiencia que se dejaba llevar.
Con generosidad, Kaki King retrocedió en el tiempo, celebrando dos décadas de Everybody Loves You. Entre risas y anécdotas, compartió piezas como «Night After Sidewalk» y «Happy as a Dead Pig in the Sunshine», inspirada en la sabiduría peculiar de su abuela. Además bromeó con el acento de la gente del sur de Estados unidos.
Otra de las grandes obras maestras de la noche fue su «Playing with Pink Noise» del álbum Legs to Make us Longer (2004), consolidando a Kaki King como la reina indiscutible de las seis (y doce) cuerdas.
En un momento intrigante, Kaki King reveló un secreto musical adquirido en las callejuelas londinenses, un puente de guitarra pasarela, que transformó su guitarra de seis cuerdas en una poderosa bestia de doce. Un par de estos artefactos estaban disponibles para los más curiosos si los queríamos después del concierto. Del mismo modo comentó que para ella era un auténtico reto enfrentarse a una audiencia sola con la guitarra, haciendo referencia a otros espectáculos más multimedia que ha ofrecido recientemente.
Sin embargo, la noche llevó consigo una nota melancólica. A pesar de la maestría desplegada y las cuerdas solitarias, la noticia del concierto no corrió tan rápido como las notas de Kaki King. El aforo no colmó la sala y Kaki King, consciente de la situación, prometió regresar con la fuerza de un huracán musical, asegurando que la próxima vez Madrid sería testigo de un asalto sonoro sin precedentes.
En resumen, la guitarrista de Georgia no es solo una guitarrista, sino una sinfonía solitaria que ha dejado su impronta en Madrid. Aunque la audiencia no alcanzó la magnitud esperada, la sed de más revela que esta historia musical está apenas empezando en la capital española.
Texto por Ana Dara Peña Giraldo y fotos Jorge T. Gómez.