Sting ha tenido que salvar parte de los muebles al que es ya el esperpento en lo que a festivales se refiere este año. Un asqueroso Christmas Starlite en Madrid que ha dejado al descubierto las vergüenzas de su desorganización.
Público con entradas VIP de cientos de euros desperdigados por los pasillos o en busca de una butaca libre aleatoria debido a la invalidación de entradas, carteles indicando salidas hacia zonas sin salida, colas infinitas para salir del parking y todo tipo de perfiles posturetas en un festival cuya única motivación era estafar todo el dinero posible a sus asistentes.
El público agolpado en los pasillos de la zona de Platea Super Premium por precios que superan los 160€ porque no tienen donde sentarse? Porque lo permite seguridad? Porque está todo mal organizado?
Gracias al diario ABC por hacer llegar nuestra noticia.