Streisand,»Guilty» y los límites del «placer culpable»

Barbara Streisand Gulty Barry Gibb review disco

Siempre he asociado los «guilty pleasure»  musicales a los «one hit wonder». Unidosis de felicidad instantánea que no tenían una continuidad en el espacio-tiempo y que disfrutar sin perjuicios. Pero diría que en los últimos años la definición ha mutado para ir íntimamente relacionada con la propiedad del carnet de rockero. Como nunca pertenecido a ese (súper estrecho de miras) club sigo disfrutando de la buena música sin etiquetas.

Como «Guilty»,¿Es  una obra a la altura de «Astral weeks», «Blue»o «After the gold rush»? Claro que no. Pero sí es un álbum sobresaliente, tan sólido como coherente, y siempre, siempre, disfrutable. Un disco que nace de la casualidad y la intuición (con Streisand totalmente focalizada en «Yentl») y que junta a una de las mejores y más reconocibles voz americana de todos los tiempos con unos Bee Gees  en pleno break para escribir y producir a otros artistas.

Siempre he asociado los "guilty pleasure"  musicales a los "one hit wonder". Unidosis de felicidad instantánea que no tenían una continuidad en el espacio-tiempo y que disfrutar sin perjuicios. Pero diría que en los últimos años la definición ha mutado para ir íntimamente relacionada con la propiedad del carnet de rockero. Como nunca pertenecido a ese (súper estrecho de miras) club sigo disfrutando de la buena música sin etiquetas. Como "Guilty"

Siempre he asociado los "guilty pleasure"  musicales a los "one hit wonder". Unidosis de felicidad instantánea que no tenían una continuidad en el espacio-tiempo y que disfrutar sin perjuicios. Pero diría que en los últimos años la definición ha mutado para ir íntimamente relacionada con la propiedad del carnet de rockero. Como nunca pertenecido a ese (súper estrecho de miras) club sigo disfrutando de la buena música sin etiquetas. Como "Guilty"

La idea original de que Barry participase en la mitad del álbum se amplió rápidamente al escuchar las demos grabados en los Criteria Studios de Miami. Barry escribe todo el disco, siempre desde el punto de vista de Streisand, de una mujer enamorada y empoderada. Otro gran acierto son los duetos de ambos («Guilty» y «What Kind of Fool»): aunque el australiano no quería protagonismo la química entre ambos era irrefutable.

Siempre he asociado los "guilty pleasure"  musicales a los "one hit wonder". Unidosis de felicidad instantánea que no tenían una continuidad en el espacio-tiempo y que disfrutar sin perjuicios. Pero diría que en los últimos años la definición ha mutado para ir íntimamente relacionada con la propiedad del carnet de rockero. Como nunca pertenecido a ese (súper estrecho de miras) club sigo disfrutando de la buena música sin etiquetas. Como "Guilty"

La obra más exitosa de la carrera de Barbra (palabras mayores) culminó el gradual cambio de standards a pop, un elaborado «melting pot»  facturado por varios de los mejores músicos del país (Joe Lala, Lee Ritenour, Steve Gadd y un largo etcétera) que finaliza con la exquisita «Make It Like a Memory», una pieza de siete minutos y medio con un gran solo de guitarra de Pete Carr y el profundo piano de Richard Tee.

«Woman in Love», «Promises»,»The Love Inside»…Un placer nada culpable, un álbum casi conceptual que desborda a «arty» coetáneos rebosantes de hype pero vacíos de instrumentación, alma e ingenio. Never Give Up…!!!

Barbara Streisand Gulty Barry Gibb review disco

 

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