Frontier Ruckus publican su sexto trabajo, “On the Northline”. Un paso más en una carrera llena de buenas canciones. El disco ha sido producido por Ben Collins y la propia banda en el estudio casero de Collins en Ypsilanti, excepto “First Song for Lauren”, que se registró en un iPhone en Louisville. La fotografía de portada es vintage, tomada en los años 70 por la familia de Matthew Milia, compositor de casi todos los temas. Además, se ocupa de las voces, guitarras, armónica y mandolina. Completan la David W. Jones al banjo y el multiinstrumentista Zachary Nichols. El disco ha sido editado por la siempre exquisita Loose Music.
Escucha “On The Northline” de Frontier Ruckus aquí:
Desde el lanzamiento de su álbum debut en 2008, Frontier Ruckus ha sido una banda importante en la escena del Medio Oeste. El mundo lírico de Matthew Milia es muy detallista y cobra vida gracias a David Jones y Zachary Nichols, músicos instintivos y coloristas. Han llegado a tocar en Lollapalooza y Bonnaroo y han girado varias veces por Europa. En 2017 la banda lanzó su quinto LP, “Enter the Kingdom”, coproducido por Ken Coomer. Desde entonces no habíamos tenido noticias de los de Michigan. Como dato curioso, Anna Burch fue miembro de la banda antes de emprender su interesante carrera en solitario.
Han pasado muchos años y el resultado es un disco más maduro y preciosista. Las letras de Matthew siguen tan cotidianas como siempre, hablando de los pequeños placeres y grandes desgracias de la vida. Él y David se conocieron con 15 años y pasaron bastante tiempo tocando bluegrass, algo que se nota en la presencia del banjo en muchas canciones. Durante unos años fueron señalados como una banda que podrían llegar a ser los nuevos Wilco, pero nunca llegaron a conseguir ese estatus. Ahora ya han tirado la toalla. Con trabajos estables, lo que más valoran es la amistad que les une.
«On The Northline” soy yo encontrándome al otro lado del mundo del espectáculo. Hacer un balance de haber caído en la felicidad doméstica y simplemente sentirme abrumado por la gratitud por haber tenido suerte, todo salió bien.”
Como sus anteriores trabajos, el disco es una joya de fok pop orquestal lleno de matices y recovecos. Como si Elliott Smith hubiera decidido tocar el banjo o Sufjan Stevens no se hubiera olvidado de tomar su dosis de Prozac. Posiblemente, Los Beatles son otra referencia importante en este su sexto Lp, algo que no estaba tan presente en sus anteriores referencias. “Swore I Had A Friend” abre el disco definiendo claramente su clase. “Everywhere But Beside You” nos puede recordar a los Jayhawks era Marc Olson. También se acercan, de manera fantástica a los Byrds de Gram Parsons en “The Machines Of Summer”, una de nuestras favoritas. “I’m Not the Boy” es otro destacado, con un desarrollo muy Arthur Lee: impredecible, hermosa y perfectamente arreglada. Un disco que crece con las escuchas y que apunta a ser reproducido muchas veces cuando llegue la primavera.
