El escenario, hábitat natural de Rory Gallagher, también fue testigo de un progresivo endurecimiento de su sonido a finales de los 70’s. Con el cambio de cuarteto a trío en «Photo-finish«(1978) y consumado un año después con «Top priority” de manera discreta pero firme, el clásico sonido blues- rock fue dando paso a un hard-blues-rock que vivirá su máxima expresión con el cambio de década.
Un viraje posiblemente no buscado, surgido de manera natural (imposible aislarse de la evolucionada aceración de las bandas británicas de esa época) y que añadió nuevos adeptos sin perder a sus antiguos fans. Hablemos de esta acentuada dureza comentando dos directos de ese mismo año.
El oficial «Stage Struck«(1980), grabado en diferentes localizaciones de su gira mundial entre noviembre de 1979 y julio de 1980 es un gran disco. Pero un gran disco con varios «peros».
Ensombrecido por el legendario «Irish Tour«(1974), el hecho de ser registrado en conciertos dispersos le resta armonía, calidez y coherencia, con un sonido poco nítido y un set list demasiado deudor de sus dos últimas entregas.
Los mejores momentos del álbum los encontramos en los trallazos «Shin Kicker», «Shadow play» y el rescate de «Moonchild».
En contra de lo esperado es un «bootleg» de la visita de Rory un viernes 7 de septiembre de 1979 al «My Father’s Place» de New York el que nos ofrece la mejor panorámica de este período. Directo de la mesa de sonido, es una genuina fiesta de Rock and Blues, completa y homogénea, dura pero auténtica y con más variedad estilística.
Ante una audiencia totalmente entregada, el irlandés recupera clásicos de su cancionero como «Messin’ with the kid», «Tattoo lady» o «Bullfrog blues», sin olvidarse de Blues acústicos en solitario y una incendiaria despedida con «Sea cruise» de Huey»Piano»Smith.
Un año después no desentona en su aparición en el festival de Reading de agosto de 1980 al lado de bandas como UFO, Iron Maiden o Budgie, pero de manera gradual irá abandonado las sonoridades más Hard para volver al Blues Rock que siempre le definió. Un working class hero que nos dejó demasiado pronto y demasiado solos. A million miles away…
