Mientras KISS ¿lo han dejado? El bueno de Ace sigue enfrascado en su carrera en solitario que está siendo bastante prolífica –para sus tempos- en los últimos años. Y publica su mejor disco desde Space Invader de 2014, lo cual tampoco es decir mucho, realmente. Pero este 10000 Volts funciona bastante bien para ser Ace a estas alturas de la película. Parece que está bastante claro que el productor Steve Brown (Trixter) ha cogido al guitarrista y le ha dado cobijo bajo sus alas, guiando, componiendo a medias y dirigiendo todos y cada uno de los pasos de Ace en esta nueva aventura discográfica.
¿Y que ha conseguido? Pues extraer la inconfundible personalidad de Ace y apuntalarla en todo momento, es decir; logran un disco de hard rock sin aditivos y de producción musculosa. La línea general del disco es la que ya se apuntaba en el tema título cuando se adelantó; riffs de pedigrí espacial contrastado, su estilo habitual a la hora de encarar los solos y canciones que permanecen en la memoria.
«Cherry Medicine», «Fightin’ For Life» o «Blinded» son ejemplos de la robusta línea general del disco. También destaca «Back Into My Arms Again» de cadencias más melódicas y que no habría desentonado en el ya lejano Trouble Walkin’. Y por supuesto no falta el tema instrumental que acostumbra a cerrar todos sus discos, aunque hay que reconocer que esta vez la canción elegida «Stratosphere» no es especialmente brillante.
Nada nuevo bajo el sol (o en el espacio), pero afortunadamente el satélite Frehley mantiene su órbita, siguiendo su propia trayectoria y facturando un disco que no es el mejor de su trayectoria, pero sí bastante logrado y que deja en bastante buen lugar a la saga KISS, que hace ya mucho tiempo que muchas alegrías no da. Bueno, pensándolo bien; sí, que parece que lo hayan dejado definitivamente.