Grabado en directo en los Echo Mountain Recording Studio de la ciudad de Asheville en Carolina del norte, nos llega este maravilloso lanzamiento del singular Charles Wesley Godwin. El músico, natural de West Virginia, que ya maravilló con su álbum de debut, el espléndido Seneca (2019), tuvo la mala fortuna de toparse con la pandemia y no poder hacer gira para presentarlo en directo, llegando incluso a frustrar una visita al Reino Unido. Lejos de caer en el desanimo de esos tiempos, ha sido capaz de seguir adelante publicando discos más que dignos.
Y es que si hay algo que rezuma en sus composiciones es dignidad. Godwin es un toda una experiencia, es un viaje épico a los Apalaches. Sus composiciones están perfectamente ligadas entre el folk, el bluegrass, al fin y al cabo, es de West Virginia de lo que estamos hablando, como también hicieron Sturgill Simpson o Tyler Childers de su Kentucky natal, solo que Godwin lo lleva todavía más en profundidad, y nos habla de héroes locales, de vidas descarriadas, todo asuntos universales pero que gracias a su interpretación es capaz de situar al oyente en su pueblo y no al revés.
Charles Wesley Godwin es de esos artistas que aún no han obtenido el reconocimiento del gran público y que sin embargo tiene cautivada a la critica desde hace al menos cuatro años, con discos en los que presenta a personajes ligados a la cultura e historia de su región, como Jeremiah, situado en un momento posterior a la Guerra Civil en la insuperable Cranes of Potter, o atando lazos familiares en el fantástico álbum Family ties, su colección más íntima hasta la fecha.
En este fabuloso directo, Godwin, y su fabulosa banda The Allegheny High, desprenden todos los aromas que te solucionan una tarde lluviosa, desde la apertura All Again o la fantástica Another leaf, pasando por Dance in the rain o Willing and able, para terminar con un tema irrepetible como The Flood, un diluvio musical con el que cierra, una solución perfecta para un día lluvioso.
Si no conocías a Charles Wesley Godwin, esta es una buena oportunidad para acercarte a un músico que quizás ha merecido mejor suerte pero que aún no ha sido derribado.
