Muireann Bradley es la nueva niña prodigio del blues. Apenas cumplió 17 años el pasado diciembre, coincidiendo con la publicación de su debut. Unas semanas después, apareció en el prestigioso programa de Jools Holland en la BBC y se confirmó la noticia que algunos entendidos cuchicheaban en los mentideros del blues: había nacido una estrella. Nacida y criada en el condado de Donegal (Irlanda), cantó el blues tradicional “Candyman” (dado a conocer a mitad del siglo pasado por el Reverendo Gary Davis) imitando el acento sureño y tocando su guitarra con una destreza y autoridad de alguien mucho más maduro. Esta es la canción que abre su álbum debut, que empezó a urdirse cuando el Covid-19 le dejó sin posibilidades de practicar sus queridos deportes de combate y pasó el confinamiento practicando con la guitarra que su padre le regaló al cumplir nueve años.
Escucha “I Kept These Old Blues” de Muireann Bradley aquí:
Aprovechó para publicar algunos videos en YouTube. Alguien dio la voz de alarma y acabó cerrando un contrato con el sello americano independiente de folk Tompkins Square. Grabado en primeras y segundas tomas, “I Kept These Old Blues” es sin discusión una anomalía. La voz de Bradley es clara y flexible, subiendo y bajando tonos como si llevara décadas cantando la música del diablo. Aunque a veces pueda resultar demasiado perfecta y feliz para ahondar en el verdadero blues, cuando lleva su estilo y su voz un poco más allá, como por ejemplo en “Delia” (versionada por Bob Dylan en “World Gone Wrong”), nos acordamos de que quizás le estemos pidiendo demasiado. Con 17 años, los únicos golpes que le ha dado la vida son los que recibía en sus clases de boxeo. Teniendo en cuenta que el sufrimiento es un plus en el blues, su futuro es ilimitado.
Muireann creció en las colinas que dominan el valle de Finn, a las afueras de la ciudad de Ballybofey (Irlanda). Muireann interpreta principalmente country blues, Ragtime y Piamonte, sonidos originados hace cien años. Sus influencias incluyen a gente como Mississippi John Hurt, Blind Lemon Jefferson, Robert Johnson, Elizabeth Cotten y Memphis Minnie. Le encanta interpretar una y otra vez la música de estos primeros maestros del blues, poniendo siempre su propio sello en las melodías.
Creció rodeada de guitarras y blues antiguo gracias a su padre. Comenzó a tocar a la edad de nueve años cuando suplicó que le compraran su primera guitarra. Trabajó duro y aprendió a tocar con los dedos varios estilos de blues antiguo. Sin embargo, a medida que creció, comenzó a invertir más tiempo en deportes de contacto. Era muy buena en boxeo y Jiu Jitsu, compitiendo con éxito desde muy joven. Esto llevó a que la guitarra y la música comenzaran a pasar a un segundo plano. Luego, en marzo de 2020, cuando se produjeron los primeros confinamientos, tuvo que dejar de pelear por un tiempo.
Muireann se sintió perdida al principio, pero pronto redescubrió su amor por la guitarra y el viejo Blues con el que había crecido. Empezó a escuchar y practicar con intensidad y concentración. Decidió empezar a publicar vídeos en You Tube, el primero de los cuales fue su interpretación de «Police Dog Blues» de Blind Blake. Pronto fue contactada por Josh Rosenthal de Tompkins Square Records en San Francisco, quien le sugirió que grabara un álbum.
Muireann tenía muchas ganas de hacerlo, pero la grabación del álbum se interrumpiría en numerosas ocasiones. La pandemia, las alergias y la ortodoncia… ¡así es la adolescencia! Todas las canciones e instrumentos fueron grabados en vivo en el estudio en una o dos tomas en un intento de hacer que el proceso fuera lo más similar posible al de los artistas originales de country blues clásico de los años 1920 y 1930. Estas grabaciones se convertirían en el álbum “I Keep These Old Blues”, que se lanzó el pasado diciembre.
Guitarristas de renombre como Arlen Roth o Jorma Kaukonen le han dado su bendición, sorprendidos por su madurez. Pero Muireann ha crecido inmersa en estos viejos blues. Su padre le ponía constantemente esas canciones en casa y en el coche, además de contarle historias sobre la vida de esos músicos legendarios una y otra vez. Las historias de blues sustituyeron a los hermanos Andersen o Grimm en su educación sentimental. Lo dice en la dedicatoria del disco: “Dedicado a mi padre por criarnos en un hogar donde la peor noticia todas las noches era que el molino de Memphis Minnie se había estropeado o que la chica de Blind Lemon iba a perder la cabeza si no dejaba de tejer todo el tiempo…”
Sin llegar todavía a la mayoría de edad, sorprende su habilidad para tocar el blues con los dedos, parece ser que atribuida a haber crecido junto a un padre que también dominaba la técnica. Con solo su voz y su guitarra y sin pistas adicionales, su disco es una muestra de talento salvaje y sin pulir. Curiosamente, comparte una canción, “Green Rocky Road”, con el último disco de Van Morrison. Mientras el viejo bardo hace un ejercicio de estilo aburrido, la jovencita sabe ofrecer algo fresco y emotivo. Está claro que esta adolescente tiene un talento especial y un aprecio por la tradición cercano a la reverencia. El blues es inmortal. Y en 2024 sigue su camino, desde los campos de algodón del Mississippi a las verdes colinas de Irlanda.
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