APablollante chorro de música pura el pasado 23 de marzo en la madrileña sala el Siroco. La banda congregada en torno a Pablo Solo es deslumbrante, de los mejores directos vistos en largo tiempo.
El repertorio ha repasado algunos bocattos di cardinale entre sus cuatro trabajos discográficos publicados: Name the Lad, Alondras, Solo Sings Simon y Slow Dancing, con Fruit Purée entre las cumbres de la velada.
La lujosa formación incluía a Moses Rubin a la guitarra, Íñigo Pilatti a la batería (más pecho lobo) y Fernando Bolado, al bajo. Sobre la firmeza percusiva de esos animales de monte, los cuatro han deleitado al personal que abarrotó la sala con unos coros espléndidos y una precisión sonora para quitar el hipo. Fuerza y sabiduría a raudales.
El santanderino pisa fuerte, como todos hemos comprobado esta noche de pasión (adelantada).
Fotos y vídeos Miguel López.