Aaron Lee Tasjan completa su evolución estelar

Aaron Lee Tasjan culmina con su nuevo disco su evolución estelar, así que nada mejor que llamarlo tal cual: “Stellar Evolution”. El artista más infravalorado de Nashville -debería ser una estrella- ha editado su disco más divertido. Lejos del Americana de los comienzos, quizás; pero con un disco lleno de canciones fantásticas, al alcance de pocos. El disco fue producido por Aaron Lee Tasjan y Gregory Lattimer, como su anterior disco, “Tasjan! Tasjan! Tasjan!”. Todas los temas están escritos por Tasjan, muchas veces a cuatro manos. El propio Lattimer, Erica Blinn, Robin Shakedown, Brian Wright, Tommy Scifres, Kim Richey, David Vandervelde y Elijah Thomson firman con él alguna de ellas. Edita Blue Elan Records

Escucha “Stellar Evolution” de Aaron Lee Tasjan aquí:

En sus dos décadas de carrera Tasjan ha demostrado una alta promiscuidad musical, desde sus comienzos en un grupo de glam rock a sus pasos con Cheap Trick, su proyecto con miembros de Blondie y Faces, sus colaboraciones con Sean Lennon y Lilly Hiatt,… Tras editar un puñado de brillantes álbumes de americana/folk, ya en su último disco demostraba que estaba caminando hacia otro lugar. El sonido se acercaba al de las controvertidas producciones de Jeff Lynne, algo que no gustó a todo el mundo. “Stellar Evolution” es solo un peldaño más en la progresión natural del terriblemente subestimado Tasjan. Curiosamente, ayer estaba en una conferencia donde un físico nos decía que jamás podremos ver una evolución estelar completa porque el proceso lleva demasiado millones de años. Los que parecen haber pasado en la carrera de Tasjan.

«El disco se convirtió en una especie de grito de guerra por ser quién eres en una época en la que la gente literalmente quiere intentar que sea ilegal hacerlo. Sentí que era muy importante que la gente supiera que no están solos, que estamos todos juntos en esta lucha y que vamos a hacer lo que siempre hace esta comunidad, que es unirnos y apoyarnos unos a otros”.

Aaron Lee Tasjan es uno de los tipos más respetados de Nashville. Todo el mundo quiere componer con él porque es de esas personas que tiene un verdadero talento natural. Pero ha sufrido mucho, siempre hay puntos oscuros cuando eres un joven artista queer viviendo en el sur de USA. Tasjan ha estado dando vueltas a esas temáticas, pero no con la claridad con la que lo hace ahora. Y, lo mejor de todo, aborda estos traumas sin filtros. Está listo para ser un líder en la defensa de la justicia social en un disco lleno de himnos muy bien construidos. Música de protesta divertida y bailable.

Según Tasjan, el disco se inspiró en parte como respuesta a las recientes leyes antitrans, en particular la “prohibición de drags” en Nashville. Si bien han sido declaradas inconstitucionales y retiradas, el espíritu permanece: el gobierno quiere ir contra los derechos de los LGTBI. Y esta su respuesta, su colección de canciones más explícita a la hora de mostrar el proceso de salida del armario de Aaron Lee.

El disco comienza con “Alien Space Queen”, un autobiográfico himno sinth-pop acerca de alejarse de las normas binarias de género. Escrito con su compañera de banda y de vida Erica Blinn, emerge con un sonido ochentero, reivindicando un lugar donde la sexualidad y el género no son un obstáculo. Aunque no es optimista: “Ella no puede quedarse/Aquí en la Vía Láctea/Nuestro pequeño planeta/En guerra consigo mismo”. Tasjan, como tantos, recurrió a las drogas para evadirse de la sociedad, hasta el punto de que llegaron a ser su vida. Ahora, tras rehabilitarse, canta en «The Drugs Did Me» que es un milagro que todavía esté vivo. Un extravagante tema con coros glam rock, guitarras country y un solo de órgano que encaja de milagro. Sólo él sabe como hacerlo y salir airoso.

 “Dylan Shades”, balada sintetizada muy Bowie, está dedicada al amor queer y es una de las joyas de un disco lleno de ellas. Su estribillo es de los que permanecen: “Tu misterio/Capturó mi corazón/Detrás de tus gafas Dylan/Hay algo hermoso y oscuro”. Tras ella, vuelve la luz con uno de los singles del año: “The Horror Of It All”. Un himno a la adolescencia, donde descubrió su naturaleza con dolor y lujuria. Una pieza llena de sintetizadores que, no por ello, carece de fuerza. Los coros, colocados de manera poco común, son una delicia; tanto como el cósmico solo de guitarra final.

La letra habla de la incomodidad que Tasjan experimentó casi desde el primer día: “Lágrimas en mi camiseta de dinosaurio/Solo era un niño pequeño tragándose su dolor”. Todo un canto contra el bullying y el dolor creado por los rumores maliciosos («Jenny dijo que escuchó por una amiga/que yo estaba en la clase del grado 12/haciéndomelo con el capitán de béisbol»). El vídeo es divertidísimo, pura reivindicación de los 80, con gráficos cutres, la búsqueda de una “guitarra dorada”… ¡y un poster de los Travelling Wilburys!

“Pants” es, como indica su título, un homenaje a los pantalones. Ya hace años, en alguna entrevista, decía que le encantaba estudiar los pantalones de la gente. Un himno con otro estribillo difícil de olvidar. “Ocean Drive” es una canción más ensoñadora y ligera. Un viaje al océano, surcado por una guitarra limpia y, por momentos, jazzie. Un poco de luz y felicidad, aunque suela ser temporal y perecedera: “Es tan maravilloso que no me importaría/Si fuera el último día de mi vida”.

Vuelve la oscuridad en “Nightmare”, que trata sobre la inseguridad al salir de casa del colectivo LGTBi: “Quiero que todos mis amigos sepan que los amo, en caso de que desaparezca”. Una genialidad ese final donde los sintetizadores crean una atmósfera de terror, el mismo que sufren los protagonistas de la canción. Otro golpe al fascismo y la derecha más rancia se esconde en la divertida “I Love America Better Than You”, canción que compuso hace casi diez años. Aquí se burla de los tópicos de la supremacía blanca diciendo que EEUU es mucho más que eso. “Quiero a América más que tú/ A su poder sucio y sus hot dogs también/y a los inmigrantes ilegales y a su primer presidente negro”.

El disco se va cerrando con varias canciones más luminosas y con muchas reminiscencias a los Beatles. “Roll Your Windows Down” y “Bird”, con otro estribillo perfecto. “Cry Till You’re Laughing”, con reminiscencias a Nilsson… Y “Young”, una magnífica balada de piano con Tasjan casi susurrando en una canción de amor prohibido. “Dicen que nuestro amor es del tipo peligroso / Nos persiguen por todas las calles de noche”. Celebra la felicidad de estar enamorado y ser joven con un casi góspel. Difícil imaginarle cantando un himno al amor homosexual dentro de una iglesia.

En definitiva, un disco arriesgado, pero lleno de luz y de hallazgos. Y, lo más importante, canciones. El reino de Tasjan es el de los grandes, un tipo que está rompiendo barreras sonoras y de género en Nashville. Posiblemente, todavía no le haya sido recompensado en la medida que lo merece. Ya sabemos que la “music city” tarda en aceptar los cambios pero, al final, la verdad cae por sí sola.

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