The Secret Sisters regresan a casa con “Mind, Man, Medicine”

The Secret Sisters editan “Mind, Man, Medicine”, su quinto disco en 23 años de carrera. El disco ha sido producido por Ben Tanner, John Paul White y The Secret Sisters en los legendarios estudios FAME Studios (Muscle Shoals, AL) y en los Sun Drop Sound (Florence, AL). Entre los invitados, Ray LaMontagne, fantástico en “All The Ways”, el bajista de Alabama Shakes Zac Cockrell y el multiinstrumentista Larry Campbell (Paul Simon, Willie Nelson, Levon Helm, Bob Dylan). En los créditos, una dedicatoria especial a la brillante Adrianne Lenker, quien sirvió como musa poética involuntaria de las chicas secretas en este nuevo capítulo de su carrera. El disco ha sido editado por New West Records.

Escucha “Mind, Man, Medicine”, de The Secret Sisters aquí:

Este es el primer álbum que graban en su ciudad natal de Muscle Shoals. Algo increíble, dada la importancia de la ciudad y los FAME Studios en el imaginario de la música americana. Antes de completar su viaje de regreso a casa, grabaron con Dave Cobb en Nashville, con T Bone Burnett en Los Ángeles y con Brandi Carlile en Seattle, consiguiendo nominación al Grammy con su anterior trabajo, el espléndido “Saturn Return” (2020). Aunque hubieran repetido encantadas con Brandi, el hecho de ser madres suponía problemas de logística, por lo que decidieron quedarse a grabar en su ciudad.

Las hermanas Laura Rogers y Lydia Slagle se sentían más confiadas en sí mismas y decidieron autoproducirse. Para ello, se pusieron manos a la obra junto a Ben Tanner (Alabama Shakes, St. Paul & the Broken Bones) y John Paul White como coproductores. Cuatro años después, y tras una pandemia y bebés en sus vidas, “Mind, Man, Medicine” nos muestra a unas Secret Sisters reflexionando sobre la maternidad, las relaciones y la complejidad de la vida. El resultado es una colección de 11 canciones que ofrecen calma en medio del caos y que son un paso adelante en su carrera, probando nuevos caminos nunca transitados por las hermanas.

Lo dicen en su nota de prensa. Su quinto capítulo es aquel en el que buscan, saborean y se asientan. La musa les encontró en lo más profundo de la crianza de los hijos, el fomento de las relaciones, la supervivencia a un virus que cambió el mundo, la despedida, el cambio de su forma de pensar y el descubrimiento de una sensación de paz nunca antes vista. Su tercera década de vida ha demostrado ser de rutina, descanso y realización, y estas canciones tratan sobre las lecciones que han aprendido: defender a las personas cercanas, el amor profundo y constante en diversas formas y a dejar de lado las personas tóxicas.

La maternidad las dejó separadas a dos horas de autopista, algo que les sentó bien. Como todo par de hermanas, la distancia sirvió para que aumentara el cariño y no tuvieran tantos roces, aunque nunca han tenido grandes peleas como otros hermanos de la escena musical. Por otro lado surgió la duda. Tenían canciones pero ¿eran lo suficientemente buenas? No les daban tantas vueltas como en el pasado por falta de tiempo. Tuvieron que buscar compañeros de composición para poder acabarlas, algo que terminó siendo una experiencia realmente buena y que piensan repetir en el futuro.

.El disco comienza con “Space”, un tema hipnótico cercano a la psicodelia, uno de los palos que no habían tocado demasiado hasta ahora. Un tema de amor imposible, cuando no compartes los valores de la otra persona y sabes que será difícil seguir adelante. “Paperweight” habla de encontrar la estabilidad, algo que han conseguido volviendo a su tierra natal. Es un tema muy “secret sisters”, con un estribillo que podría haber estado en cualquiera de sus discos y en el que el violín de Larry Campbell añade color y textura. “If The World Was A House” tiene un tono más moderno, cercano a Phoebe Bridgers, una presencia permanente en la escena como influencia.

Ray LaMontagne se une a ellas en la fantástica “All The Ways”, el tema estrella del disco. Un pepinazo de soul clásico de Muscle Shoals que podría haber cantado cualquiera de los grandes. Una manera de saldar una deuda con Ray, que fue el primero que las llevo de gira, hace casi quince años.

Vuelven al amor en la sencilla e inapelable “Planted”. Una muestra de la exquisitez compositiva de las hermanas, al igual que “Never Walk Away”, con esas armonías que solo ellas saben llevar al límite. Una maravilla. Le sigue una de las mayores sorpresas del álbum “I Needed You”. Una balada coescrita con el pianista KS Rhoads y con arreglos de cuerda que se acerca al pop barroco de Nilsson. Un territorio que nunca habían explorado y que les sienta de maravilla. Un tema sobre volver a enamorarse que, realmente, emociona. (“encontraste mi corazón enterrado profundamente en la madera/Le quitaste el polvo y lo guardaste para siempre”).

Para ir acabando, dos temas sobre la maternidad. “Bear With Me”, un elegante country pop con guitarras de 12 cuerdas que trata del gran cambio experimentado en el carácter tras un embarazo y la paciencia que hay que tener con la nueva madre. Y es que la llegada de un bebé hace que ya nunca vayas a poder hacer nada sola del todo, como cantan en la dulce “I Can Never Be Without You Anymore”. En medio de las dos, otro tema con aire sureño muy Muscle Shoals, “Same Water”.  Una meditación post pandémica sobre la búsqueda de la curación en un mundo profundamente herido y cansado tras una pandemia. En esta canción está el verso que le da título : “Mente o hombre o medicina/Los he probado todos”.

Cerrando el disco, otra canción de las suyas, el ligero folk “I’ve Got Your Back”, que no necesita más que una guitarra acústica y las voces de las hermanas para volar alto, muy alto. “Y cuando tengas edad suficiente para saber/Los secretos que el mundo puede guardar/Y cuando la inocencia se haya ido/Sé quien quieres ser/Te cubro la espalda y siempre lo haré”. ¿Más canciones sobre la maternidad? Pues sí, es el momento.

“Una cosa que aprendí de Chris Thile y que realmente se me quedó grabada es que cuando estás haciendo un disco, estás grabando no sólo la canción y el sonido, sino quién eras como persona en ese momento”. Lydia

Durante toda su carrera The Secret Sisters las han visto de todos los colores. Lanzaron su debut y fueron alabadas por la crítica. Su sello las abandonó de manera rastrera, dejándolas en la bancarrota. Pensaron en abandonar pero resurgieron de sus cenizas hasta llegar a ser nominadas al Grammy al Mejor Álbum Folk. Ahora, han decidido volver a casa para impulsar su carrera. Lo que es indudable es que la música folk de la última década no se entiende sin sus enormes canciones y armonías. Posiblemente el mejor dúo vocal de nuestra época, y este disco no hace más que confirmarlo.

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