The Warning desmontan Razzmatazz con riffs, buenas canciones y carisma y abren de par en par la puerta a la esperanza del rock.
Parece que fuera ayer cuando las hermanas Villarreal, siendo unas niñas, removían las redes sociales y llamaban la atención de la parroquia rockera con sus covers. Y cuando nos hemos querido dar cuenta, The Warning están a punto de sacar su cuarto trabajo y van repartiendo riffs a diestro y siniestro por el mundo con una calidad aplastante. Sus conciertos raramente no cuelgan el cartel de sold out, dejando a gente en las puertas pidiendo animaladas por un ticket. ¿Son sólo las ganas que tenemos de ver que el rock está a salvo lo que distorsiona la realidad o hay sitio para la esperanza?
Los que asistieron a su anterior concierto en La Nau deben tener la respuesta más que clara. El salto de aforo para este concierto debería ya dar ciertas pistas a los incrédulos. Pero parafraseando a Diógenes, el movimiento se demuestra andando. Y en Razzmatazz se resolvieron todas las dudas. Hacía semanas que no quedaba una entrada para el concierto y desde muy pronto la sala ya presentaba un aspecto interesante. Las ganas de ver a The Warning quedaban muy claras desde el principio.
Las encargadas de hacer esa espera más llevadera fueron Conquer Divide dentro de su primera visita al viejo continente. Su propuesta, cercana al metal-core, dejó la sensación que a veces únicamente la actitud no es suficiente para ganar nuevos adeptos. Con un repertorio basado en su reciente “Slow Burn”, el combo sólo despertó algo entre quienes ya las conocían. Bajo múltiples melodías pregrabadas, las dos guitarras y la batería, junto con las dos vocalistas Kia Castillo y Janel Duarte, combinaron sus tonos limpios y guturales durante poco más de media hora. Puede sonar duro, pero no fue más que un concierto que caerá pronto en el olvido.
Tras una breve intervención por parte de la organización para anunciar un sorteo de items de la banda entre los asistentes y confirmar la escasa cobertura telefónica que hay en la sala Razzmatazz llegó el gran momento. Dejaron muy claro desde la inicial “S!CK” que The Warning no había venido de vacaciones. Viendo la respuesta del público coreando tanto este como el resto de nuevos temas uno se da cuenta que la banda va por el buen camino. No bajaron el nivel ni la intensidad en la hora y diez minutos que estuvieron sobre el escenario. Quizás alguien pueda ver la duración como escasa, pero visto lo visto, prefiero una hora de The Warning a dos de muchos otros con más años en esto.
Con un repertorio basado en su excelente “ERROR” y su próximo (con muy buena pinta) “Keep Me Fed” las tres hermanas destilaron tanta simpatía como buena música. Temas como “CHOKE”, “MONEY” o “MORE” resultan adictivos por sí mismos. Pero es viendo a la banda en acción donde terminas atrapado en sus redes y sin poner ningún tipo de oposición. Quizás, y es solo una opinión personal, los temas en castellano como “Qué Más Quieres” le resta a la banda potencia convirtiéndola en “una banda más” cuando está claro que no lo es.
La presencia escénica y vocal que posee Dany Villarreal está llamada para hacer llegar a The Warning a cotas mucho más altas en un futuro. Canta y toca con una rabia contenida sin errores que te engancha. Pero es injusto destacar a una hermana sobre las otras. La apariencia tímida de Ale termina en el mismo momento en que su bajo comienza a sonar. Y junto con la pegada de Pau imponen una base rítmica sólida y sin fisuras. Se nota que llevan años tocando juntas y que han ido creándose esta carrera apoyándose unas en las otras. Y ese feeling es muy difícil de conseguir si no es de esa manera. Sí, quizás sea un trabajo para ellas, pero disfrutan y hacen disfrutar en sus conciertos.
No dieron tregua en ningún momento, y cuando nos dimos cuenta con “DISCIPLE”, “Hell You Call A Dream”, “Martirio” y “Narcisista” nos plantamos en el final del set. Una intensa hora de concierto sin solos o versiones que alarguen innecesariamente el minutaje. Con un breve descanso, para volver al escenario y terminar de rematar la faena con la descarga de “EVOLVE”. Y así nos dejaron, impactados, rendidos a sus pies, saciados pero con ganas de más. Con la sensación, viendo la media de edad del público que esta vez sí hay esperanza para los que piensan que el rock está muriendo.
Y lo mejor de todo es que el espíritu de The Runaways se ve fortalecido y empoderado en los cuerpos de estas tres hermanas mexicanas. The Warning lo tiene todo: carácter, actitud y, lo más importante, buenas canciones. Espero que sus las lleven hasta lo más alto y que sean arenas más grandes las que necesiten para albergar a sus seguidores. Mi única recomendación a los indecisos sería ir a uno de sus conciertos y prepararse para recibir una buena patada sonora que le abrirá los ojos.
Fotos: Desi Estévez
