Doug Ingle, fundador de Iron Butterfly, antesala del Rock Progresivo y del Heavy Metal, quien cantó y coescribió ‘In-a-Gadda-Da-Vida’, murió a los 78 años este pasado 24 de mayo. Era el último miembro superviviente de la formación clásica de los de San Diego, banda fundada en 1966.
La mayor parte del éxito de Iron Butterfly se produjo con el éxito en la radio fue con el tema “In-a-Gadda-Da-Vida” que duraba 17 minutos. El segundo álbum de 1968 que lleva el nombre del exitoso sencillo pasó 81 semanas entre los 10 primeros en EE. UU. Durante un tiempo se mantuvo como el álbum más vendido en la historia de Atlantic Records. El LP pasó a ser certificado cuádruple platino.
El caldo de cultivo musical y artístico que se estaba gestando en California a mediados de los setenta, explotó definitivamente aquel verano de 1967 “Summer of Love”, Haight-Ashbury, drogas, Grateful Dead, alucinógenos, Janis Joplin, Jefferson Airplane, The Diggers, el movimiento Hippie, Jimi Hendrix, The Doors o el Flower Power.
Cinco jovencísimos músicos del sur de California, suben a Los Angeles en 1966 para experimentar con nuevos sonidos e instrumentos, se hacen llamar Iron Butterfly, paradoja entre el bien y el mal musical de aquellos tiempos, Rock (Iron) versus/balanza Pop (Butterfly).
Darryl DeLoach (voz), Doug Ingle (Voz y teclados), Ron Bushy (batería), Jerry Penrod (bajo) y Danny Weis (guitarra), graban en 1968 un magnífico álbum debut titulado “Heavy”.
Los de San Diego, tras el éxito obtenido con su primer disco, se instalan definitivamente en la “City of Angels”, Los Angeles. La inestabilidad del grupo en sus inicios, la explosión creativa del momento y muchísimas drogas, hicieron que DeLoach, Penrod y Weis abandonasen la banda, Lee Dorman (bajo) y Erik Brann (guitarra) componen el engranaje final del grupo junto a Doug Ingle (voz y teclados) y Ron Bushy (batería).
Con esta formación y con un contrato firme bajo el brazo, la banda solía calentar el ambiente para bandas como The Doors o Jefferson Airplane, en garitos de Los Angeles tan infernales como el Galaxy o el Whisky-a-Go-Go.
En ese mismo año, 1968, vuelven a publicar otro álbum «In-A-Gadda-Da-Vida» (In the Garden of Eden), que también da nombre a una de las canciones más famosas de la historia del rock. En este nuevo disco se muestran más agresivos que en el anterior, y supone esa transición que iba del Blues y Folk hacia el Rock y Glam progresivo, lo que se llamaría Rock Psicodélico o Rock Acid, y sin ninguna duda embrión musical de bandas como Black Sabbath, Deep Purple (¿Smoke on the Water?), y muchísimas del género Heavy Metal.
«In-A-Gadda-Da-Vida» conseguía uno de los riffs más reconocibles de la historia del rock, 4 millones de copias en aquel tiempo, 30 millones hasta el momento según fuentes de la banda, 140 semanas en lo más alto del Billboard y muchísimos anuncios y apariciones en filmes y series de televisión.
La leyenda cuenta que la canción se realizó tras una borrachera de drogas y vino, que los músicos no pretendieron que se alargase 17 minutos, pero al estar tan “puestos” prefirieron dejarla así.
Al terminar aquella sesión, Doug Ingle, al estar tan colocado, no reparó en pronunciar «In-A-Gadda-Da-Vida», refiriéndose obviamente a “In the Garden of Eden”.