La excusa de Sulo y sus Diamond Dogs para comenzar su gira española (como si necesitaran una) es la celebración de los treinta años de la banda. Y además venían con regalo para los seguidores incluido, tocando íntegro “Too Much Is Always Better…Than Not Enough”.
En algún momento alguien tendrá que hacer una tesis bien investigada sobre la relación entre Suecia y el rock. La cantidad ingente de bandas de calidad que han surgido de las tierras septentrionales es digna de estudio. De entre todos los grupos que aparecerían no debería de faltar el de Diamond Dogs. Aunque la influencia de Bowie en el nombre es evidente, sus raíces sonoras (o como poco lo que entregaron en la Wolf) beben de The Faces y el R & B inglés de los 70 ‘s.
Cierto es que del line-up original solo quedan Sulo y Henrik “The Duke Of Honk” Widen, pero tras treinta años lo raro es que las bandas sigan unidas durante toda la carrera. Los Diamond Dogs de 2024 se completan con Lars-Åke Karlsson y Robert Damberg a las guitarras, Stefan Bellnäs al bajo y Federico De Costa en las baquetas. La sensación que dejaron tras abandonar el escenario es que la banda suena como un cañón. Y eso que el sonido de la sala esa noche no fue de lo mejor que recuerdo y que la voz de Sulo no ha esquivado el desgaste del tiempo. Todo eso pasó unos cien minutos después de que los suecos nos dieran la bienvenida con un tema de The J.Geils Band. Diamond Dogs venían con ganas de fiesta y “(Ain’t Nothing But A) House Party” fue la pista que solucionaba el puzzle.
A partir de aquí cumplieron con su promesa y sonaron, en riguroso orden, las pistas de “Too Much Is Always Better…Than Not Enough”. Desde “Charity Song” hasta “I Shall Not Be Moved” el disco está lleno de temas capaces de resucitar a un muerto. O de hacer levantar a The Duke Of Honk de su asiento y dejar su teclado a un lado para acompañar con el bodhran en “This One ‘s for My Lady”. Lo bueno que tienen este tipo de giras es que a estas alturas siempre hay algún tema que nunca ha tocado la banda en directo. Como fue el caso de “Stardom” en la que Sulo compartió las tareas vocales con Federico. Con el disco terminado quedaba por saber con qué nos sorprenderían Diamond Dogs en este primer concierto de la gira española.
Pues sí este primer tramo fue intenso, la segunda parte no se quedó atrás. Hicieron un repaso de su discografía con temas que no podían faltar en esta fiesta. Tras el solo de Lars-Åke Karlsson, la encargada de abrir esta segunda parte fue “Recall Rock n Roll”. Y poco a poco fueron cayendo “Honked!”, “April’s Fool”, incluso recordó los tiempos en los que compartía micro con Randy Bachman en “Spare Me The Last Joke”. “Passing Through My Heart” sirvió como ligero descanso antes de volver al rock más esencial de “Off The Record” con un espectacular solo de Karlsson. El primer broche de la velada lo pusieron con “When The Morning Comes to Get Me”.
Tras la clásica visita al camerino, la vuelta para los bises. Con The Duke Of Honk sentando las bases del tema al teclado, brilló a lo largo de “Rush For Comfort”, el primer tema que nos llevó al final. Un final que no podía ser otro tema que “Goodbye, Miss Jill” en el que Diamond Dogs terminaron de vaciarse sobre el escenario. El trabajo sin mácula que hace la banda hace que incluso olvides los problemas de sonido. Y poco se destaca la labor en la “sombra” de Damberg encargándose de violines, mandolinas, acústicas… En definitiva, los años se notan, y la explosividad de antaño solo se ve en pequeños retazos. Pero poco importa si la actitud sobre el escenario de Sulo y los actuales Diamond Dogs es como la que vivimos en la Sala Wolf de Barcelona.
Fotos: Desi Estévez