B.onny Light Horseman tienen nuevo álbum: “Keep Me on Your Mind/See You Free”, una oda al desorden infinito de nuestra humanidad. Escrito durante cinco meses en 2023, este tercer álbum comenzó cuando el trío principal de la banda, Anaïs Mitchell, Eric D. Johnson y Josh Kaufman, se reunió en un pub irlandés junto a sus colaboradores JT Bates (batería), Cameron Ralston (bajo) y la ingeniera de grabación Bella Blasko. Fue Anaïs la que propuso grabar el disco en el interior del pub… y así fue.
Escucha “Keep Me on Your Mind/See You Free” de Bonny Light Horseman aquí:
Mitchell tenía un presentimiento sobre el lugar y le sorprendió el entusiasmo de sus compañeros de banda por la idea. Al entrar en los antiguos confines del pub, el trío sintió una conexión inmediata con su palpable sentido de comunidad y de familia, forjado a lo largo de muchas décadas. El pub era el Levis Corner House, un abrevadero centenario en Ballydehob, un pequeño pueblo costero en el condado de Cork, y su energía se convirtió en una fuente singular del motor creativo de Bonny Light Horseman.
El piano vertical del pub, que restauraron con cariño, se convirtió en una especie de punto de apoyo espiritual que encarnaba el espíritu del álbum: la imperfección como algo bueno, el envejecimiento, la resistencia y el paso del tiempo. Un cuadro grotesco que colgaba de una pared del pub se convirtió en la portada del álbum. Un pub centenario tiene magia, pero se necesitan magos de verdad para que surja. Bonny Light Horseman son tres magos top, tres artistas poderosos y modestos que son mejores que sus individualidades y trabajan siempre en beneficio de la canción.
El “bendito desorden” que reina en “Keep Me on Your Mind/See You Free” se plasma en los ruidos de la clientela, risas, toses y grabaciones de campo (“¡Piensen en los royalties, muchachos!” ) Filosóficamente, el desorden es algo más profundo. Es el fruto imperfecto y nutritivo del alma, nacido de una experiencia comunitaria singular, que transforma a sus participantes a través del trabajo colaborativo.
El disco creció y creció hasta convertirse en un LP doble: veinte canciones que recorren todas las paletas de su sonido. El grupo grabó aproximadamente la mitad en el pub. Pasaron dos días trabajando solos. La noche del tercero, O’Leary invitó a algunos clientes habituales a unirse. Eso no quiere decir que sea un álbum en vivo; la audiencia entendió implícitamente la tarea. Los patrocinadores le dieron a la banda suficiente espacio para hablar sobre arreglos y grabar múltiples versiones de canciones, pero también brindaron una evidente sensación de alegría ambiental mientras charlaban tomando unas pintas con amigos y familiares.
Luego, la banda regresó a su hogar espiritual, los Dreamland Recording Studios del norte del estado de Nueva York (donde completaron sus dos primeros álbumes), para terminar el trabajo que habían comenzado. Mike Lewis se unió al bajo y al saxofón tenor. Annie Nero pasó a tocar el contrabajo y cantar algunas armonías durante una tarde. Y, poco a poco, el disco estuvo listo.
La banda se beneficia de tener a dos de los mejores compositores y prolíficos de música de raíces. Anais Mitchell y Eric Johnson (Fruit Bats), unidos a un músico tan versatil y elegante como Josh Kaufman. Hay una facilidad y un toque familiar y acogedor en la música del nuevo álbum. Todo fluye como un río deslizándose por las llanuras,. Poco a poco, sin sobresaltos, con una producción que viste cada tema con el traje adecuado. En un mundo en el que abandonamos todo al instante, más de singles que de LPs, sorprende lo bien que entran estas canciones. La escucha no se hace larga y las melodías se suceden dispuestas a inundar de belleza nuestros atardeceres de verano.
«Al hablar con nuestros fans, ahora nos damos cuenta del impacto que tuvo en la gente quedarse en casa durante el confinamiento y escuchar nuestro primer disco. Infinitamente agradecidos de haber conectado con la gente durante esos tiempos tan extraños.»
Hay momentos fantásticos, como por ejemplo “When I Was Younger”, el primer single. Un fantástico dueto entre Mitchell y Johnson , una típica canción folk de ruptura, donde las voces armonizan de maravilla antes de dar paso a una guitarra chirriante, un saxo y el momento final, un crescendo emocional fantástico. Parecido al de “Old Dutch”, donde Johnson parece el mismísimo Mick Jagger. Grabada en vivo en el pub, culmina con toda la clientela cantando el coro, «Yeah, I got a feelin'». La magia de la música, una pequeña comunidad disfrutando y colaborando en la grabación.
También lo hacen en «Rock The Cradle”, que concluye con el público cantando y aplaudiendo al final de la tonada. “I Know You Know” es otra maravilla. Sorprende que la banda diga que surgió en apenas unos minutos al final de la grabación. Un himno a las dudas entre el amor y el desamor. “Seré un bobo si te amo y un bobo si te dejo ir”. Los arreglos de mandolina no engañan: es una canción pop perfecta.
La banda demuestra que también sabe manejar registros cercanos al jazz, como podemos escuchar en “Your Arms (all the Time)” o en “When I Was Younger”, donde Anaïs recuerda a Rickie Lee Jones. Una canción clave, llena de reflexiones sobre la madurez y con guiños a un clásico de Nina Simone. Uno de esos temas que perdurarán en el tiempo.
Y no hay mucho más que decir. A una primera escucha, “Keep Me On Your Mind/See You Free” nos recibe con los brazos abiertos y sabemos que nos perderemos en su interior durante mucho tiempo. Crecerá como los clásicos, sacando provecho de la química existente entre sus componentes y su experiencia de años, culminada en uno de los proyectos de su vida. Y si la banda dice que en este disco hay caos y hay desorden, maldigamos el orden establecido, abramos una botella de vino y disfrutemos de la vida y de las canciones.
Bonny Light Horseman Keep Me Bonny Light Horseman Keep Me
