Tengo que reconocer que mi enamoramiento con Sheryl Crow no fue inmediato (posiblemente por la saturación y sobreexposición de su debut “Tuesday Night Music Club” en 1993) pero si genuino, ya que con la aparición de “Sheryl Crow” (1996) y “The Globe Sessions” (1998) todo cambió. Sin duda dos de los mejores albums de la muy a menudo sobrevalorada década de los 90’s.
Dos discos ejemplares, perfecta síntesis de rock americano FM con estribillos pop y toques country rock macerados con una voz tan melosa como intensa. A partir de los 2000’s se sucedieron LP’s que bascularon entre las tipologías de disfrutables y rápidamente olvidables, pero esa es otra historia. Después de sus lejanas visitas a BCN en 1995 y 98, era la oportunidad perfecta de sacarme la espina de ver en directo a una de mis artistas de cabecera de mi juventud. Y Sheryl consiguió que la sonrisa no abandonara mi rostro en toda la noche.
Arropada por una banda tan efectiva como contundente, encabezada por el extraordinario Audley Freed a la guitarra (os recomiendo recuperar los dos discos de su primera banda, Cry of Love, auténticos trallazos de hard rock blues), Crow se mostró en un gran estado de forma, manteniendo la calidez de su voz y ofreciendo un (casi) modélico setlist. Porque aparte de alguna canción más que prescindible como «Real Gone», “Evolution” o “Cross Creek Road”, el resto fue una auténtica locura.
Una locura el intentar procesar el groove de “A Change Would Do You Good”, la inmortalidad de “All I Wanna Do”, el enganche de ese ajuste de cuentas que es “My Favourite Mistake” o la conmoción que supone escuchar “Strong Enough”. Me faltaron un par de favoritas como “Home” o “Anything but Down”, pero que nos regalara joyas como “If It Makes You Happy”, “Everyday Is a Winding Road” o “I Shall Believe” la disculpa ante cualquier tipo de petición popular.
Una de las mejores singer-songwriter de su generación, y precursora de muchas empoderadas mujeres que vinieron después, Crow triunfó en un ejercicio no de nostalgia, sino de celebración y reivindicación. I got a feeling, the party has just begun!.
Fotos Noemí Pujolar.
