La guitarrista Ana Popovic dejó en la sala Razzmatazz 2 su sello de calidad bajo el dominio de las seis cuerdas. Demostró todo su poder mezclando blues, funk, soul y rock en una combinación imbatible.
Con mucha pena se me escapó el último concierto que la guitarrista de origen serbio ofreció en Barcelona. Pero esta vez por fin podría comprobar en vivo todas las buenas palabras que había escuchado de Ana Popovic. En esta ocasión, y con el disco “Power” bajo el brazo, la gira implicaba tener un sexteto sobre un escenario con sección de vientos incluida. Si sobre el papel ya tenía buena pinta, sobre las tablas resultó una actuación explosiva. Junto a Buthel Burns al bajo, Davide Ghidoni a la trompeta, Claudio Giovagnoli al saxofón, Jeremy Thomas a la batería y Michele Papadia a los teclados Ana Popovic nos dió todo un recital de buen gusto y clase.
Los primeros en salir fueron los músicos para ofrecer una jam de entrada que puso las cosas en su sitio de buen inicio. El quinteto, recordando a los grandes MFSB, por sí solo ya era capaz de hacer elevar el espíritu del más quieto aun faltando nuestra protagonista. Armada con su Strato Custom personalizada, Ana Popovic comenzó a repasar su último trabajo. En un primer bloque con “Rise Up”, “Power Over Me”, “Ride It”, “Queen Of The Pack” y “Strong Taste” los temas sonaron poderosos mejorando la grabación en estudio. Y es que los vientos aportaron tal frescura al concierto que conseguían atraer las miradas del respetable.
El sexteto le hizo un nuevo traje al humo y la rasgada voz de Tom Waits en “New Coat Of Pain”, más cercano al sonido New Orleans y con un solo estratosférico. Quizás a Ana Popovic se la conozca como blueswoman, pero la capa de funk le sienta de lujo. Y quedó patente en la versión que hizo de “Fencewalk” de Mandrill. Con la banda sonando espectacular sonaron un par de temas más de “Power”, “Luv’n Touch” y “Doin’ This”. Su anterior disco “Like It On Top” también se dejó ver con tres temas. El que da título al trabajo junto con “Brand New Men” y “Lasting Kind Of Love” fueron las tres escogidas. Esta última contó con la presentación de la banda y los consiguientes solos dándole al tema el toque épico que merecía la noche.
Tras un breve descanso, el sexteto volvió para dar una nueva muestra de fuerza y poder con “Turn My Luck” y “We Can Change The World”. Un último tema tan vitalista y positivo que se hacía imposible no salir de Razzmatazz 2 con una sonrisa en la cara. La habilidad de Ana Popovic con la guitarra, los fraseos y licks la sitúan muy arriba en una supuesta clasificación entre blueswoman actuales. Si a eso le sumas la alegría que transmiten durante todo el concierto el bajista y el dúo de vientos la diversión está garantizada. Sería genial que en el próximo concierto de Ana Popovic Sextet la sala se llenara del todo. En un concierto como este se disfruta a lo grande cada uno de los euros que cuesta la entrada.
Fotos: Desi Estévez