Rob Leines lanza nuevo disco, «Headcase»

Rob Leines lanza nuevo disco, Headcase

Rob Leines lanzó el pasado mes de junio su tercer álbum titulado «Headcase», tres años después de «Blood Sweat and Beers», y ahora junto con los coproductores Mike Harmeier (el eterno líder de Silverada, anteriormente conocido como Mike and the Moonpies) y Adam Odor (ganador de 5 premios Grammy, YellowDog Studios) para capturar lo crudo y el espíritu de sus conciertos en directo junto con la banda y destilar las crudas historias nacidas de su viaje.

Con ese objetivo en mente, el trío original, además de una serie de invitados, incluido el organista David Percefull (propietario de Yellow Dog Studios) y la cantante  Kelley Mickwee se dirigieron a Wimberly, en Texas donde grabaron «Headcase» durante breves descansos entre concierto y concierto.

El sonido de Leines se inclina más hacia la red dirt en este «Headcase», donde el rock and roll y lo sureño es mucho más directo y su guitarra eléctrica y acústica impulsan las 10 nuevas canciones que componen el disco donde la diatriba Bob Childers versus Waylon se asocian al disco.

«Headcase» recorre los caminos de la vida de Leines, siendo la suma de la mayoría de sus pensamientos de los últimos años; anhelo de una sensación de hogar, trabajo duro para ganarse la vida y el deseo ardiente de perseguir algo más como artista y personalidad. Se trata de las cosas que hacemos para seguir transportando camiones. 

Rob Leines es uno de esos tipos genuinos que podría subir al escenario y cantar sin un micrófono y su audiencia no perdería el ritmo. El de Hinesville, Georgia en los Apalaches, al crecer en los Apalaches siempre estuvo rodeado de Bluegrass y música de raíces sureñas, una familia de músicos lo inspiraría más tarde en la música, desde esas colinas de Tennessee.

Las letras de Rob Leines conservan ese estilo narrativo característico del narrador de historias de obreros quemado por postcombustión del rock. Su corazón sureño crece más en el disco con la distancia. Después de unos años de viajar y trabajar como soldador en plataformas petrolíferas en el Pacífico, decidió tomarse la música más en serio. Ese curro duro y sucio le provocaba a su música mostrar un sonido áspero, crudo, enérgico apoyando bajo esa poderosa voz. La música se convertiría en una especie de refugio seguro para festejar y pasar un buen rato, rompiendo ese molde y piel dura combinando esa mezcla clásica de rock sureño, outlaw country y blues en su sonido contado a través historias de carretera y vida personal.

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