Cuando Rob Halford pronunció esta frase en el escenario Estrella de Levante del Rock Imperium 2024,su banda había conjugado todos los fractales de la excelencia escénica y musical:
ESPECTACULAR PUESTA EN ESCENA
Una gema calidoscópica subyugante desprendió todas las luces de la trenza visual mutante – acorde con los constantes cambios de vestuario escénico de Halford- que desde las gigantescas pantallas laterales, y desde el taumatúrgico fondo central, asombró al público; como un cubo de Rubik sinestésico, se vislumbro la bandera Unión Jack alterada por retoques saturados de color brillante, imágenes históricas de revueltas ,fuego callejero o sublevaciones en temas como «Breaking the Law»; fragmentos del Nosferatu de Murnau asilvestrados por las uñas visuales de la frase «At the Dead of the night, Loves Bite» reproduciendo los arañazos del celuloide de los films de los años 20s del siglo pasado con el estribillo de unos del os mejores temas del legendario «Defender of the faith»; teatros negros de sombras de marionetas, o, profusamente, el diseño de piel eléctrica de su reciente álbum, «INVINCIBLE SHIELD«.
Coronando el techo del escenario, el totémico símbolo de la banda parecía bendecir un aparato escénico en el paroxismo de su poder.
LOS GRANDES PIONEROS DEL HEAVY METAL Y LA LEYENDA VIVIENTE DEL SIGLO XXI SE FUNDEN EN UNA ACTUACIÓN MEMORABLE
No resulta común que una banda pueda presumir de tener una discografía histórica excelente que entronca con nuevas producciones que están a su altura: he aquí el triunfo rotundo que se perpetúa en cada concierto de Judas Priest Su actuación en el ROCK IMPERIUM estuvo trufada de jugadas inteligentes y ases en la manga irresistibles que articularon un ‘set list memorable y desbordante sobre el cual podría escribir en bucle miles de halagos instantáneo; una miscelánea gloriosa que iluminó como un sol nocturno la llegada de los cabezas cartel absolutos de un festival que aún depararía otros tres días de prodigios.
El concierto arrancaba con uno de los temas más furiosos de su reciente álbum, el apocalíptico «Panic Attack» que enseguida hizo subir el ascensor interior de adrenalina de las masas congregadas.
El show prosigue con las bombas nucleares que suponen «You’ ve got another thing coming» («Streaming for vengance»),el espejo en llamas de «Rápido Fire» y sobre todo,el clímax infinito que siempre provoca la escucha de un tema como «Breaking the law» en directo.
El espectáculo de bosque sonoros se torna aún más deslumbrante con la cinemática recreación del «Love botes» antes mencionada, alambicando su poder con el virtuosismo técnico del bajista Ian Hill en temas como «Devil’s child» y » Riding on the wind’.
Los bordes afiliados de una noche extraordinaria rebotan en el eco sonoro que desde el escenario entonan el tema homónimo de su actual «Invincible Shield «,antes de atacar con el «Painkiller » que cruzó como un meteorito el laberinto que desembocaba en uno de los momentos álgidos de la noche, anunciado como supuesta despedida.
Afortunadamente, los ‘encores’ prolongaron el éxtasis metalero con la súbita irrupción de Halford montado en una motocicleta para festonear el tema «Hell Bent for leather «; un escenario convertido metafóricamente en asfalto controlado por el látigo bondage del cantante.
Y entonces, llegó el momento en el cual la luna parecía que arrojaba fuegos artificiales; la banda entonaba el legendario «Living after midnight !! Simplemente espectacular!
Texto Manuel Cova Tenard. Fotos por José Merkanarias.
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