JP Harris, uno de los nombres más importantes de Nashville: lo tiene todo: un don para la sátira, una voz atemporal y las historias de fondo más improbables, lanzó este pasado 20 de septiembre su nuevo disco, «JP Harris Is A Trash Fire». El nuevo disco de Harris, está producido por JD McPherson y en el que colaboran Eric Rae, The Watson Twins y Shovels and Rope.
El cantautor y carpintero restaurador de 41 años, JP Harris vive en Nashville desde 2011, convirtiéndose en un elemento básico de la comunidad honky-tonk, restaurando casas antiguas por la zona.
El quinto álbum de estudio de Harris, “JP Harris Is A Trash Fire”, otro fantástico disco de 10 temas que aprovecha elementos del country, el folk, el rockabilly y el bluegrass. Con un barítono gutural y ronco, el nuevo disco de Harris suena tan íntimo como una reunión junto a una fogata y es a partes iguales líricamente innovador y reflexivamente vulnerable.
El álbum, impregnado de una sensación vintage tangible, encuentra a Harris reflexionando sobre momentos oscuros de su vida, pidiendo disculpas a la gente del pasado e incluso coqueteando en algunas melodías divertidas y ligeras, todo en su estilo country clásico.
La portada del álbum muestra a Harris en una bañera llena de gambas y langostinos, hablando por teléfono junto a un contenedor gigante de «Heavy Duty Mayo».
El título y la portada del disco son un poco engañosos respecto de lo que sucede ahí, al fin y al cabo, es más bien una imagen completa de la experiencia humana de cada uno. El deber en este disco de JP Harris como compositor es de tomar sus propias historias y crear algo que tenga elementos reconocibles para una persona que no ha vivido una vida similar.
Harris creció en Alabama, California y luego en Las Vegas, y comenzó a tocar la guitarra cuando tenía alrededor de 11 años. A los 14 años, Harris decidió que una educación de octavo grado era suficiente para que él pudiera seguir su propio camino, así que se fue de casa por voluntad propia. Sigue manteniendo una relación estrecha con su familia, a su manera. Después de viajar en trenes de carga hasta la zona rural del sur de Vermont con una antigua novia, Harris encontró el lugar donde permanecería durante 11 años.
Compró 16 acres de tierra a los 19 años y trabajó en todo tipo de trabajos, como operador de equipo pesado, capataz en huertos, leñador y carpintero. Harris vivía de forma sencilla y acabó construyendo una pequeña cabaña en su terreno, donde cada mañana iba al retrete y acarreaba baldes de agua de un manantial. Después de más de una década de vivir de manera trascendental, Harris decidió darle prioridad a la música y se mudó a Nashville.