Sotomonte se presentó en el Fillmore Huertano de Elda-Petrer el sábado 14 de septiembre de 2024.
Pantalones de campana y pelo largo, una apariencia silenciosa que pronto se desmentirá, así se presentaron Sotomonte, algo así como los Doobie Brothers de la ría, los hermanos canuto con txacolí.
Traían con ellos dos discos, el segundo recién fabricado, cuyas portadas mezclan elementos dispares y contradictorios, la diosa griega, el indio emplumado, el tigre de bengala o el soldado colonial. Un festín exótico y misterioso que se tradujo, sorpresas te da la vida, en un muro de sonido. En el centro de la escena el bajista y alrededor, empequeñecidos, los otro cuatro miembros del pentáculo.
Quién manda, manda, y en esta banda mandan las líneas de bajo. La canción se copia a sí misma, clones y variaciones, ouróboros, palabras perdidas en la oscuridad de una música poderosa que no busca el fin, que taladra la noche como un gusano ciego. No aparece la deidad helénica, pero luminosos solos de guitarra a izquierda y derecha gritan que en el sotomonte hay vida, músicos que se crecen cuando se les deja espacio.
No se muestra el indio emplumado, pero hay un pulso en los tambores que señala una dirección hacia el corazón del bosque. Señalan un triángulo de influencias con las versiones de Steely Dan, Pentagram y Wishbone Ash, mientras buscan su destino y la gente no deja de bailar. En el Fillmore del camino de los cerezos la música siempre te arrastra.
Video: Jorge Navarro, Julio Navarro Oncina. Fotografías: José Francisco Montilla Orgilés.