Ashtyn Barbaree lanza «Sent Through The Ceiling», su segundo disco. Un disco grabado en los Haxton Road Studios de Bentonville y producido por ella misma. La banda que le acompaña está formada por Jacob Campbell y Ty Dunn (guitarras), Garrett Jones (bajo), Matt Nelson (teclados) y Derek Weiand (batería).
Escucha «Sent Through The Ceiling» de Ashtyn Barbaree aquí:
Ashtyn Barbaree, natural de Arkansas, comenzó su carrera en su estado natal, dando más de 300 conciertos entre 2013 y 2017, mientras estudiaba Geología. Su EP debut homónimo, grabado en Nashville, fue grabado con una formación de lujo., El productor David «Fergie» Ferguson y músicos como Dave Roe, Jeffrey Clemens, Michael Rojas y Kenny Vaughan lograban dar brillo a unas canciones estupendas.
En 2020, grabó su primer álbum de larga duración, “Better Luck Next Time”, también en Nashville, trabajando con el ingeniero Brook Sutton y músicos de relumbrón como Chris Scruggs, Jeffrey Clemens o Tommy Hannum. Este álbum impulsó su carrera y la llevó a girar por Europa y ser nominada a numerosos premios en su estado natal. Ha abierto para artistas como Adeem the Artist,The Avett Brothers, Feist o Melissa Etheridge.
Su nuevo disco explora temas de autodescubrimiento, resiliencia y la agridulce travesía de la vida. Inspirándose en los inabarcables paisajes de los Ozarks y en experiencias personales, Barbaree teje narrativas de amor, pérdida y búsqueda de sueños. El álbum presenta arreglos que reflejan el espíritu de la música americana a través de los ojos de una oriunda de Arkansas con una rica paleta musical que incluye elementos de folk, rock, pop y country.
En esta ocasión decidió apostar por el talento local y no viajar a Nashville. Para subir todavía más la apuesta, decidió autoproducirse. Y sale airosa, consiguiendo un disco compacto, lleno de detalles y que sabe navegar por los distintos estilos con elegancia y precisión. Diez canciones que comienzan con la dolorosa «Along For the Ride», un tema acerca del trágico accidente que se llevó por delante al primer amor de su vida, al que recuerda en los ojos de su hermana. El disco se sumerge en un folk pop lleno de melodías que se adhieren fácilmente. “Copenhagen” captura el enamoramiento de su pareja en medio de un invierno escandinavo, donde, a pesar del frío, “Cuando estoy contigo, parece verano/ El sol que espero, lo encuentro en tus ojos”.
“Sent Through The Ceiling” es una de esas canciones perfectas que podrían haber salido del songbook de Stevie Nicks. Una canción canónica de amor que es de lo mejor del disco. De la misma manera, “The Doorbell Rang” suena como si Carole King hubiera crecido escuchando folk alternativo. Una canción corta y precisa. Todo lo contrario que “Reckless Nights”, lo más cercano a un himno majestuoso de indie rock que hay en el disco.
“I Don’t Believe In Coincidences” es otra de las favoritas del disco. Una balada que zigzaguea al piano mientras la guitarra dibuja y eleva el estribillo a otra dimensión. “What We’ve Become” cierra el disco con su piano juguetón y su melodía dylaniana dejando un ambiente de cuento de hadas, con su voz melancólica y expresiva. Un disco que es un soplo de aire fresco y que, tras su apariencia de ligereza, esconde numerosos recovecos a descubrir y mucha madurez compositiva.
