Chris Stapleton en Dublin: Higher and higher

Muy difícil de explicar lo vivido el domingo 20 de octubre. Un tipo de 46 años procedente de Kentucky, la super estrella del country Chris Stapleton ofreció en Dublín un concierto ante más de 13.000 seguidores dentro de All-American Road Show Tour. El héroe de América convirtió el enorme recinto dublinés en un granero de Nashville, lleno de fans que habían agotado las entradas en apenas cinco minutos con un año de antelación. No hubo grandes escenografías ni gestos impostados: solo una banda inmaculada llena de emoción y esa voz que es capaz de rompernos por dentro incluso cuando presenta a la banda.

Indescriptible la emoción que se sintió en la sala cuando se dispuso a entonar “White Horse”, primer single de su último trabajo. Locura colectiva y miles de personas coreando la canción como lo que es: un himno de nuestros tiempos. Presumiremos en España de ser cálidos, pero el público irlandés no se queda atrás. Las pintas corrían a la velocidad de la luz mientras Chris, armado con su fiel sombrero de cowboy, su frondosa barba y esa voz sin rival cantaba historias llenas de alcohol, amor y desengaños. Hombre de pocas palabras, habla en sus canciones. Vive por y para ellas y por Morgane, esposa y confidente y madre de sus cinco hijos, que le acompaña a los coros en todo momento.

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A lo largo de las más de dos horas de concierto, Stapleton disparó gemas que recorren todo el cancionero americano. Desde el country hasta el blues rock, pasando por el rock zeppeliano, la CCR, el funk o incluso el soul sinfónico. Todo sin esfuerzo, como si él fuera la encarnación de la MÚSICA, en mayúsculas. Qué sería del rock americano sin el éxito de “Traveller”, posiblemente el mejor disco de la última década. Stapleton se ha convertido en una rara avis en la música country, mezclando tradición y modernidad con autenticidad, muy lejos de los estereotipos más empalagosos del género.

Un absoluto espectáculo sin lujos pero repleto de emociones. Lo importante no es el entorno sino las canciones, la voz y la musicalidad. La ligera escenografía proporciona un aspecto de salón setentero para que su espectacular banda, de lo mejor de la escena, haga su trabajo. Podemos destacar al gran Paul Franklin al pedal steel. El multi instrumentista, una leyenda en Nashville, es el mejor músico de sesión ahora mismo en la Music City. Ha tocado en más de 500 álbumes y otros cientos de grabaciones. Con el escenario bañado por una iluminación sencilla, Stapleton consiguió que el ambiente fuera lo más íntimo posible, dentro de las circunstancias.

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Muchísimos momentos brillantes para ser enumerados en una crónica. Uno de ellos, sin duda, el final de «Fire Away», cuando Stapleton apagó todas las luces del 3arena y terminó la canción junto con el público, iluminado únicamente por las luces de los smartphones. Un momento que nos puso los pelos de punta a todos. El momento boogie rock de «Hard Livin», los riffs a lo Led Zeppelin de «Midnight Train to Memphis», el tono deliciosamente funky de «I Think I’m in Love With You» y «You Should Probably Leave». El maravilloso «Cold» ¿soy yo o es puro Isaac Hayes?). La recta final, apoteósica, encadenó «Traveller», «Broken Halos» y una larga versión de «Tennessee Whiskey», donde aprovechó para presentar a todos los miembros de la banda. Como dicen los versos de esta canción, el concierto fue “tan suave como el whisky de Tennessee y tan cálido como una copa de brandy”.

Nuestra generación ha llegado tarde a muchas de las estrellas, que hemos visto en plena forma pero quizás no en su máximo momento de gloria. Con Stapleton, no: es su momento. Hay algo profundamente comunitario y casi espiritual en ir a un concierto de Chris. Un tipo humilde que no se necesita subterfugios. Él demuestra que lo importante es la convicción, no el sentido del espectáculo. Sus canciones, abrumadoramente contagiosas y reconfortantes, son clásicos que se escucharán dentro de décadas.

Lista de reproducción de vídeos del concierto de Chris Stapleton en Dublin: 

Galería de fotos del concierto de Chris Stapleton en Dublin:

 ¿Y qué contar del telonero? El mítica Marty Stuart y His Fabulous Superlatives. Acompañando al de Kentucky y presentando su más reciente álbum «Altitude». Stuart y su banda extrajeron durante cuarenta y cinco minutos de concierto esa amplia gama de influencias y linaje de la música country. Stuart, un estudioso no sólo de la tradición de la música country, sino de casi todos los antecedentes y derivaciones de la música americana, menciona regularmente las inspiraciones de artistas fundamentales como Johnny Cash, Lester Flatt y Doc Watson, con quienes ha tocado.

Una interpretación típica de Stuart/Superlatives funciona con country de raíces, rock con influencias country, western swing, psicodelia, bluegrass e incluso melodías surf. Puede que a Stuart le encante hurgar en los recovecos del country y la música americana. Todo lo que descubre recibe una nueva versión que es respetuosa, pero no está completamente en deuda con, los años en que se crearon por primera vez esos sonidos descubiertos.

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Como siempre hace, Marty le dio a cada miembro de la banda la oportunidad de brillar. El guitarrista Kenny Vaughan, también conocido como “Cousin Kenny”, que aprendió su oficio del virtuoso del jazz Bill Frissell, el bajista “Profesor” Chris Scruggs, a quien Marty llama “la realeza de la música country” (es el nieto del pionero banjista Earl Scruggs), y el baterista “Handsome” Harry Stinson.

Las raíces de Stuart en el country se remontan a tiempos muy lejanos. Marty, un prodigio instrumental especializado en mandolina, salió de gira con la banda de Lester Flatt antes de llegar a la adolescencia. Después de su tiempo con el gran bluegrass, se unió a una figura aún más grande en la historia de la música country, Johnny Cash, cuyo característico atuendo negro adoptó.

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Stuart y los suyos tiraron de clásicos suyos y de versiones donde las canciones sonaron como una lección de historia bienvenida sobre la forma en que se suponía que se debía escuchar esta música, incluidas algunas armonías vocales selectas que resaltaron ese sonido «alto y solitario» que los críticos y los académicos han estado describiendo durante años. Una obra de orfebrería el concierto de Marty Stuart and His Fabulous Superlatives en Dublín este pasado domingo. El perfecto calentamiento de una noche que permanecerá durante muchos años en nuestros recuerdos.

Lista de reproducción de vídeos del concierto de Marty Stuart and His Fabulous Superlatives:

Galería de fotos del concierto de Marty Stuart and His Fabulous Superlatives:

Texto y fotos: Carlos Pérez Baez y Javier Casamor

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