Greg Loftus lanza “No Kings in the Wild”, su quinto álbum de larga duración como solista. Todas las canciones del disco han sido escritas por el propio Greg, que toca guitarras y armónica. Le acompañan el multiinstrumentista Eric M Litcher, Bobby Blegen (batería) y Ryan McMurray (piano). Grabado en Dirt Floor Recording, ha sido producido al alimón por Eric M Lichter y Greg Loftus.
Escucha “No Kings in the Wild” de Greg Loftus aquí:
Greg Loftus ha estado escribiendo canciones desde los 12 años. Durante el otoño de 2007, Greg comenzó a escribir melodías acústicas con tintes country mientras vivía en Rhode Island. Allí, se sumergió e inspiró en la escena folk DIY al ver a artistas locales como Deer Tick y Brown Bird. Mientras, aprendía el oficio escuchando a Townes Van Zant, John Prine y Steve Earle.
En 2008 lanzó su álbum debut autoproducido «No Taking Prisoners Tonight«, un debut increíblemente sólido. Durante los siguientes años, Greg realizó giras por la costa este y los Apalaches mientras residía en Boston. Cuando se cansó de la escena de la ciudad, empacó sus cosas y se mudó a Austin. Allí pasó los siguientes seis años tocando en bandas y perfeccionando sus habilidades para componer canciones. Formó el grupo de country alternativo Carpetbagger y compartió escenario con pesos pesados admirados como Mike Cooley, Shakey Graves o Mike and the Moonpies.
En 2015, llegó su segundo álbum en solitario, “Raise the Rent”. A lo largo de las 9 pistas, la banda que rodea al compositor le permite mostrar su versatilidad y crecimiento como intérprete y músico. Austin le vio triunfar como compositor y como artista en vivo y pasaba las noches tocando en clubes y los días trabajando de carpintero. Al final, sintió que necesitaba un respiro de las noches en los bares de mala muerte y los honky-tonks empapados de cerveza de Austin. Así que decidió poner su carrera musical en pausa y regresó a Massachusetts, centrándose en su negocio de muebles a medida.
Pero el gusanillo estaba ahí y aprovechó la pandemia paraDurante la pandemia del coronavirus, editó el álbum: “The Soft Sound of Sundown: Carpetbagger Years (2011-2015)”, una colección de canciones inéditas de su época en Austin. En diciembre de 2020, tras divorciarse, expulsó sus demonios escribiendo las canciones que acabaron en su primer disco en cinco años, “Western Medicine” que lanzó en octubre de 2021. Un disco realmente especial lleno de canciones de rock americano que planean a gran altura.
“Mis padres tuvieron un gran impacto en mis influencias, aunque quizás no lo supiera en ese momento. A mi padre le encantaban los Stones, The Band, Allman Brothers y, lo más importante, los Grateful Dead, así que crecí escuchando mucho rock and roll y rock de guitarra.”
El nuevo disco empieza con un enorme tema como “I Don’t Want To Die In San Antone”, que deja las cartas en la mesa desde el primer momento. Su amor por Steve Earle, Townes Van Zandt, John Prine y Springsteen es la luz que le guía. Un tema que evoca pequeñas historias y experiencias de músicos primerizos. Esos que tocan en antros de mala muerte a cambio de comida y cerveza mientras sueñan porque esa noche haya un cazatalentos entre el público.
“The Day I Walk Away” tiene, salvando las distancias, un trote un poco a lo Drive By Truckers. Un tema donde habla de escapar de la rutina y acabar adorando en el altar de San (John) Prine.“Angelica” nos retrotrae a la épica del rock setentero. Un himno que podría entenderse respaldado por la E Street Band.
“Miss Marigold” suena atemporal, con un viejo sabor a The Band, mientras que “Seven Sisters” podría estar en cualquier disco de la primera época Steve Earle. “Green River Revival” es, como podemos suponer por su título, su homenaje a Creedence Clearwater Revival. Está claro que John Fogerty es una clara referencia en el punch con el que canta una de las joyas de este corto disco que deja con ganas de más.
Todo va acabando con la campestre “No Kings In The Wild” y “Castaways and Washashores”, pura América profunda, donde narra la vida de esos pueblos perdidos de donde sabes que nunca vas a salir salvo que tengas un golpe de suerte. Un tipo bastante desconocido en nuestro país con una discografía que puede hacer remontar una mala tarde.
