Nos ha dejado Kris Kristofferson, indiscutible faro de esa nueva manera de encarar el Country que fue el movimiento «outlaw», y uno de mis ídolos de juventud y madurez. Otros glosaran con más acierto su obra y legado, por lo que explicaré una anécdota para situar a la persona.
En 2010 se acercó al festival de la Porta Ferrada para tocar en la sala Las Vegas, pero debido a la demanda de entradas el concierto se pasó al espacio principal del puerto. El problema es que Estrella Morente tocaba esa misma noche.
Esperamos en una gran cola en el muelle hasta que acabó el concierto de Morente, creo recordar que entramos hacia la medianoche y Kris ofreció un recital de los que deja huella, y no exagero.
Debían ser pasadas las dos de mañana y Kristofferson tenía que coger el autobús de gira, ya que al día siguiente tocaba en el festival de jazz de San Sebastián (junto a Elvis Costello si mal no recuerdo).
Pues un ya septuagenario Kris Kristofferson tuvo la amabilidad de esperar un momento para firmarme varios de sus fabulosos discos. Ese era Kris Kristofferson.
Fare thee well Kris…..