Naxatras se reencontraron con el público madrileño el 3 de Octubre en la sala Nazca dentro de su gira por Europa y Reino Unido. El cuarteto griego ofreció una actuación conceptual creando una atmósfera cósmica gracias a la inverosímil mezcla de sonidos. Protagonismo musical que emerge dando rienda suelta a la libertad sonora. La propagación de secuencias instrumentales se desarrollaron dentro de un marco donde la independencia expresiva es la clave para su desarrollo.
Una alteración musical que se manifiesta entre sutiles melodías que emergen de las seis cuerdas y se funden en consonancia con diversidad de sonoridades surgidas de los teclados y sintetizadores. Mientras el juego rítmico campa a sus anchas, sobre todo el bajo, marca la dirección de cada tema. Un viaje sonoro que invita a cerrar los ojos, dejarse llevar por la música y porqué no… en estas ocasiones un «aliñao» vendría que ni al pelo. Con gran cohesión John Delias a la guitarra y voz, John Vagenas al bajo y voz, Kostas Charizanis a la batería y percusión y Pantelis Kargas a los teclados y sintetizadores nos trasladaron a insólitos paisajes sonoros.
Pudimos apreciar que utilizan una gran variedad de influencias determinantes en recrear y alimentar sensaciones a través de la música. Un estilo que declina hacia un rock progresivo, psicodélico con connotaciones jazzísticas creando un incondicional lenguaje sonoro. El uso de sintetizadores, solos extendidos y la mera rigurosidad como herramienta común, desataron una amalgama de vibraciones que cautivaron a tod@s los presentes. Resaltar la nitidez con la que se escuchó el concierto, diferenciando cada instrumento en todo momento.
Con un repertorio más que aprendido, una concentración y seriedad absoluta prescindieron de la típica «chuleta» que rige el orden de cada tema. Solamente el bajista en una actitud más desenfada daba muestras de simpatía hacia el público, el resto más serios que un empleado de funeraria. Al final el clamor del público les arrancó una sonrisa. Una muestra superlativa que nos trasladó hacia una explosión diversificada de sonoridades. La música perfecta para sentir nuestras propias emociones en plena armonía fraternal.
