1-Porque «Rock on» es uno de los primeros álbums que cogen el blues eléctrico, le meten una marcha de más y lo dejan a las puertas del hard rock, sea a través de composiciones propias o de versiones (en este caso «Rollin’ Stone» del gran Muddy Waters).
2-Porque Steve Marriott fue uno de los mejores cantantes que pisó nunca un escenario o estudio de grabación. Muchas veces infravalorado, al llevar siempre la guitarra colgada del cuello «perdió» puntos para el aficionado mainstream comparado con gente como Mercury, Plant o Coverdale, pero nadie se vaciaba como él. Su voz «negroide» sumada a los coros Soul que surcan el disco hacen de este álbum uno de los más apreciados de su extenso legado.
3-Porque es la cima como guitarrista de Peter Frampton. Después de los primeros discos de la banda, más folkies, se metió de lleno en el RnR más directo y mezcló técnica e intensidad como nunca antes, una destreza que no recuperará con tanto acierto en su posterior y exitosa etapa en solitario, más orientada a singles y partes vocales y melódicas.
4-Porque el comienzo con «Shine on» es inmejorable, «A song for Jenny» una delicia, «Rollin’ Stone» moderniza y endurece el Blues y «Stone Cold Fever» es posiblemente la mejor canción que escribió la banda. Una auténtica masterclass con un Glyn Johns a los mandos que supo capturar la esencia del grupo a la perfección, una sección rítmica de locura con Greg Ridley y Jerry Shirley y el grandioso canto del cisne compositivo e interpretativo de la dupla Marriott/Frampton.
5-Porque «Rock on» es el perfecto caldo de cultivo para su siguiente LP, uno de los mejores discos en directo de la historia, el glorioso «Performance Rockin’ The Fillmore».