“Someone’s Monster” es el nuevo álbum de Loose Cattle, producido por John Agnello. La banda liderada por Kimberly Kaye (voz) y Michael Cerveris (voz, guitarras) se completa con René Coman (bajo), Doug Garrison (batería) y Rurik Nunan (violín, voz). En este disco, grabado en los Dockside Studios de Lafayette, han contado con dos colaboradores de lujo: Lucinda Williams y Patterson Hood.
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Loose Cattle han sido parte de la escena musical de Nueva Orleans durante más de una década. Michael Cerveris y Kimberly Kaye se conocieron en 2008. Su relación comenzó como profesional, se enamoraron y siguieron siendo amigos tras romper su relación. Su amor compartido por los duetos de Johnny Cash con June Carter Cash, cruzados con John Doe y Exene de X, inspiraron su estilo.
Cerveris es fundamentalmente actor (ganador de dos premios Tony), aunque giró con Bob Mould antes de lanzar su propia carrera musical. Kimberly se curtió en el circuito Warped Tour como miembro de una banda de ska. Después, se enamoró de la música de raíces. Loose Cattle hace un guiño a su pasado punk y, al mismo tiempo, muestra su fuerza a menudo conmovedora como banda de country alternativo. La idea de la banda era bastante simple: juntar a un grupo de amigos en una sala de estar y tocar algunas melodías country. Canciones divertidas y tristes, viejas y nuevas. No planificaron demasiado y no bebieron demasiado (bueno… no todo salió como lo habían planeado).
“Seasonal Affective Disorder”, su álbum navideño de 2017, es una maravilla. Aunque fue grabado en Brooklyn toma la mayor parte de su influencia del sur de Estados Unidos. Todo comenzó años antes, cuando grabaron para sus familiares una versión de «Jesus Christ» de Big Star. Al año siguiente, eligieron una nueva canción y repitieron el proceso cada Navidad hasta juntar un puñado de canciones. El resultado era un álbum de duetos navideños country, villancicos poco convencionales, canciones navideñas para beber y baladas divertidas, todas interpretadas no solo por los miembros de Loose Cattle, sino también por su círculo de amigos músicos en Nueva Orleans, Nueva York y más allá.
“Heavy Lifting” era otro trabajo fascinante de principio a fin, con momentos muy top. Por ejemplo, la tempestuosa cover del “Gasoline and Matches” de Buddy y Julie Miller o la fantástica apertura del disco con el “Aunt Avis” de Vic Chesnutt. Hay momentos para el boogie (“Sidewalk Chicken”), country clásico (“Redneck Blue Collar”) o duetos al estilo de Johnny y June (“Get Downtown” , “He’s Old, She’s High”). También mucho sentido del humor, como en la canción que lo redondea todo: “Fuck You Jolene”, una bronca a la rompehogares que hizo famosa Dolly Parton.
Pero su nuevo trabajo, “Someone´s Monster”, es un paso hacia sonidos más alternativos. Se abre con “Further On”, una canción que recuerda inevitablemente a los mejores Jayhawks, con sus armonías perfectas y su country rock noventero. Cuando Ceveris y Kaye cantan, “Y al final solo queda/ Cómo nos amamos y nada más/ En cambio, solo estamos solos/ Tratando de no escuchar la furiosa marea/ De voces que se alzan enfadadas”, la pasión y la furia se pueden tocar con la palma de la mano.
La segunda viene con sorpresa, nada menos que una cover de “Joanne” de Lady Gaga, que visten con un sonido más robusto y una profundidad que no tenía el original. Aunque no esté en su mejor momento, la voz de Lucinda Williams lleva el estribillo a otro nivel de emoción. La historia de un ser querido que muere demasiado pronto suena creíble en manos de los de New Orleans.
“Cheneyville” cuenta una historia muy manida, la de una adolescente fugitiva que termina embarazada y muerta a un ritmo muy Drive By Truckers, una banda a la que siempre han estado muy unidos. “Here’s That Attention You Ordered” es más clásica, recordando a sus primeros discos. El nivel vuelve a subir con su versión de Lucinda. “Crescent City” es un clásico maravilloso y es difícil hacerle honores, pero lo consiguen con una interpretación bastante fiel y llena de feeling.
La segunda parte del disco está llena de homenajes. En primer lugar, “Before We Begin”, recordando a todos los amigos y familiares fallecidos durante la pandemia y a los trabajadores esenciales que mantuvieron el mundo en pie. “Not Over Yet” es un rock and roll que celebra la increíble resistencia de toda la gente de Nueva Orleans frente a los desastres naturales que siempre les acosan (va por Valencia). “The Shoals” hace lo mismo con Muscle Shoals y, además, cuenta con la aparición estelar de Patterson Hood.
«Big Night Out”, una arquetípica balada bañada en alcohol, narra la decadencia de una chica tras perderlo todo por amor. Uno de los mejores momentos del disco que se cierra con otra gema: “Tender Mercy”. En palabras de Kimberly: “Esta canción es el final de la conversación cuando has estado despierto toda la noche. Para nosotros significa algo así como: Todo está realmente mal, pero os quiero y tenemos que cuidarnos unos a otros”. Con cuatro años Trump por delante, el mensaje es más importante que nunca.