Héroe entre las sombras de la música popular norteamericana siempre más a gusto en el papel de productor que en el de intérprete, a sus 76 años, T-Bone Burnett acaba de despacharse con el precioso «The Other Side», un respiro de folk cristalino con la historia de un amor fantasma que escribió en apenas tres semanas, a dos décadas de su último disco de canciones, el tremendo The True False Identity.
Este disco, su primer álbum en solitario con material completamente nuevo en 18 años, lo muestra cantando con una voz posiblemente más cálida, con una actitud definitivamente más cálida. Contrasta con los álbumes “Invisible Light” fríos y de orientación electrónica que ha hecho con un trío en los últimos años, más cercanos al sonido de banda de cuerdas que ha dominado en algunos de sus esfuerzos de producción pero que solo adoptó ocasionalmente en sus propios discos muy intermitentes a lo largo de los años.
«The Other Side» es un álbum de canciones como las de antes, que compuso por culpa de Ringo Starr y dos guitarras vintage.El compinche de gira de Bob Dylan y Sam Shepard, exitoso productor de Robert Plant, Cassandra Wilson o Elton John y celebrado responsable de compilar las bandas de sonido de películas como las de los hermanos Coen o series como «True Detective», y con colaboraciones de lujo a los coros de Weyes Blood, Rosanne Cash y el dúo pop femenino Lucius.