Tyler Ramsey presentó en Madrid el pasado 11 de noviembre, última cita en nuestro país su más reciente publicación «New Lost Ages» (2024) en un ambiento cálido y reposado, con una voz limpia y fresca que evocaba los paisajes de su tierra.
Noche íntima con el ex guitarrista de Band of Horses que se subió al pequeño escenario con su complexión alta y esbelta, decidió alejarse de la «banda de los caballos» en 2017 para vivir una vida más tranquila entre serenos paisajes con su familia.
Tyler además de presentar su más reciente trabajo, salpicándolo con canciones de toda una gama de sus cinco álbumes. A pesar de ser un tipo alto con barba corpulenta, Ramsey emana un corazón tierno. Ama a su público y a unir a ambos a través de un ambiente cálido y relajado. Su música es una toma de control mental. Al tocar algunas canciones nuevas de su último disco, su música sonaba como las escenas de una película en blanco y negro sobre el hombre de 2024. Para Ramsey, la gente no solo lucha en función del amor, aunque la mayoría de la música sigue esa noción, sino que se sienten insatisfechos en todos los aspectos de su vida: financiero, profesional, autoimagen, familiar, etc.
Sus notas brotan como si hubieran sido manchadas por la suciedad y las rocas de una vida que ha sido aplastada y resurgida como trozos de hielo que flotan en una taza de whisky. Esas imágenes invocan las emociones y la serena belleza de la voz de Ramsey, y su capacidad para mostrar que las personas buenas sufren como las malas; la diferencia es que intentan hacerlo mejor.
Para el músico de Carolina del Norte tocar en lugares diferentes su música, es de las cosas más hermosas de la vida. Ayer sentía que este concierto fuera el último de su gira por España. El público comentó a la salida lo pequeño del escenario para un hombre de la altura de Tyler. Bien se merece un espacio un poco más amplio. Quizás para la próxima vez.
Fotos por Ana Hortelano. Y texto por Dr. Hackenbush