David Wiffen es de aquellos músicos que ha pasado injustamente por debajo del radar del gran público. Singer-songwriter proveniente de esa inagotable cantera que es Canadá, su corta discografía está marcada por la crepuscularidad de una vida bañada demasiados años por un alcohol que no le permitió acabar de despegar.
«Coast to Coast Fever» es sin duda alguna uno de los mejores ejemplos de la oleada de cantautores canadienses que pasaron la frontera en busca de mayores oportunidades, tipo Gordon Lightfoot o Bruce Cockburn. Es precisamente éste último que produce y arropa a Wiffen en esta especie de álbum conceptual donde el eje vertebrador del mismo es la vida nómada del músico.
Muchas canciones grisáceas, sin oportunidad para la diversión, pero si para historias que vale la pena contar. Ya en la inicial «Skybound Station» observamos la intención de ir un poco más allá del típico y tópico cantautor, rellenando espacios al meter coros y una casi imperceptible y minimalista sección rítmica.
Convierte «White Lines» en un single en potencia lleno de musicalidad, «Smoke Rings» lo emparenta con faros del género como Fred Neil o el primer Tom Rush y confiere un aíre a lo Carole King a «You Need a New Lover Now» con un piano dominador y unos suaves punteos de guitarra eléctrica.
Escucha «Coast to Coast Fever»(1973) de David Wiffen:
«We Have Had Some Good Times» es sin duda de los más destacado de un LP en que Wiffen demuestra su sabiduría acercándose a diferentes palos de la música americana: se sumerge en el swamp rock en «Lucifer’s Blues» y adapta «Up on the Hillside» de su colega Cockburn en clave Honky Tonk , con un piano que vuela y un slide de manual. Un disco añejo para degustar, saborear y disfrutar…