Un mágico alineamiento de planetas alumbró a The Band en los años sesenta y otro alineamiento justo hoy (Marte, Venus, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno) vuelve a reunir en las estrellas a Garth Hudson (1937-2025) con sus viejos compañeros de aventuras musicales.
Según puede leerse en Imposible Vivir Así, The Last Waltz (Sílex), «Garth Hudson, algo mayor que sus compañeros de The Band, es el último en aterrizar, en las navidades de 1961. Además de la diferencia de edad, el organista gira en otras órbitas musicales. Lo mismo se arranca con una pieza barroca que se ajusta a la ortodoxia blues o recuerda los años que ha pasado tocando el órgano en ceremonias funerarias. Helm contó que «nadie podía tocar como Garth en ningún sitio. Dominaba los vientos, los teclados, él podía tocar cualquier cosa y hacerlo mejor que cualquiera que conocieras… Hawkins finalmente compró tiempo de Garth para que tocara con nosotros.
Una vez que contábamos con un músico del calibre de Garth, empezamos a sonar como profesionales”. Eso de “comprar tiempo” es rigurosamente cierto. Como se cuenta en The Last Waltz, además de cobrar sus honorarios como miembro del grupo, Hudson se embolsa diez dólares de cada músico por las lecciones que imparte. Hawkins visita a los señores Hudson y resalta los méritos del hijo durante las negociaciones para incorporarle. Garantiza a los progenitores, espantados por el estilo de vida rockero tan atractivo para el chaval, que ganará más dinero que el resto gracias al arreglo académico y además le comprarán un nuevo órgano. “¿Cuento con su bendición?”, pregunta con un tono engolado mientras omite su habitual oferta de órganos sexuales femeninos. Los padres debieron de suspirar y mirar hacia otro lado, ya que aspiraban a que el mozalbete (encima, hijo único) se dedicara a la investigación agrícola.
El acuerdo se diluye al cabo de unas pocas clases, pero los músicos gozan de otra enorme ventaja que aporta: su facilidad para concebir fantásticos arreglos a toda canción que se le ponga por delante, virtud que también el jefe aprecia de inmediato». Un grande entre los grandes vuela rumbo al silencio.
Garth Hudson, último miembro superviviente de la banda, murió a los 87 años este 21 de enero de 2025. Garth Hudson , cuyo fantástico acercamiento al órgano y su virtuosismo en una panoplia de otros instrumentos le dieron un toque distintivo al rock de raíces del grupo canadiense-estadounidense The Band.
Retirado y rara vez entrevistado, Hudson era el hombre tranquilo del grupo que comenzó su vida como la banda de apoyo del cantante de rockabilly nacido en Hawks, Arkansas, Ronnie Hawkins, quien en 1966 pasó a apoyar a Bob Dylan en su tumultuosa primera gira como intérprete de rock ‘n’ roll.
Después de trabajar con Dylan en West Saugerties, Nueva York (donde Hudson trabajó como ingeniero de grabación para Dylan y las legendarias «cintas de sótano» del grupo), los músicos salieron como The Band en un sorprendente debut en 1968, «Music From Big Pink«. Ese álbum y la secuela homónima de 1969 los establecieron como uno de los mejores grupos de rock de la época.
