Dean Owens publica su nuevo disco, “Spirit Ridge”. Grabado en Crinale Studio, una granja de 400 años de antigüedad en Emilia-Romagna con el productor y músico italiano Don Antonio -conocido por sus colaboraciones con Alejandro Escobedo-. Acompaña esta vez a Dean The Stone Buffalo Band, compuesta por el propio Don Antonio (guitarras, lap steel, mellotron, piano), Luca Giovacchini (guitarras, dobro), Piero Perelli (batería) y Danilo Gallo (bajo). Un largo elenco de músicos italianos se encarga de los arreglos de viento y cuerdas. Edita el sello holandés Continental Song City.
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Dean Owens es uno de los mejores songrwriters del Reino Unido en la actualidad. Con una carrera que llega ya a once álbumes (oficiales), en su mayoría grabados en USA, se ha hecho hueco poco a poco en nuestras colecciones de discos con sus canciones llenas de un espíritu fronterizo y desértico. Calexico, referentes en el estilo, han colaborado con él. También Al Perkins, Will Kimbrough o Grant-Lee Phillips. Últimamente, su producción es increíble, con discos y Eps lanzados de manera incansable, siempre rayando a un gran nivel.
En este nuevo disco las canciones tienen sus raíces en una conexión entre las exuberantes colinas italianas, los estados desérticos de los EE. UU. y la Escocia posindustrial. Son monumentalmente cinematográficas, evocando esas grandes bandas sonoras de genios como Morricone, pero también profundamente personales.
“Este álbum es para la familia. Aquellos que se fueron hace mucho tiempo, aquellos que fallecieron recientemente, aquellos que están aquí ahora mismo y aquellos cuyos espíritus estarán siempre presentes en nuestras vidas… a nuestro alrededor en Spirit Ridge” Dean Owens.
Fue John Convertino quien puso en contacto a Owens y Antonio, grandes fans de las mismas bandas, en particular de Talk Talk y Mark Hollis. Además, Dean tiene raíces italianas -su bisabuelo era de allí-, lo que hizo de la grabación toda una experiencia emocional. “Eden Is Here” nos recibe con el sonido característico de Owens, con su melancólica voz, mientras los músicos van poco a poco uniéndose. Una canción llena de significado: es un homenaje a los placeres italianos de la vida. “Spirito”, un corto instrumental muy Morricone, nos lleva a “My Beloved Hills”, una canción que, desde ya, se establece como un clásico del repertorio de Owens. Muchos matarían por temas como este, que Don Antonio sabe redondear con unos arreglos fantásticos.
“Light This World” es una canción de esperanza, con un estribillo luminoso y un ambiente muy de gran pantalla. A los coros vienen de, nada menos, Kirsten Adamson. “The Buzzard And The Crow” es otro de los grandes momentos, con Dean cantando desde la fría noche del desierto y The Stone Buffalo Band demostrando por qué son de lo mejor en el panorama del Americana europeo. “Burn It All” comienza con una acústica muy de su estilo, pero de repente todo desemboca en un soul funk que evoca a Stax. Una rareza dentro del ambiente del disco que, sin saber cómo, encaja.
“Face The Storm (The Buffalo)”, un blues lánguido, marca, el comienzo de la segunda parte del disco. “Sinner Of Sinners” destaca especialmente en este trayecto, una de las típicas historias oscuras que tan bien sabe componer. Una historia que podría encajar en un western de John Ford. «Yo no te conozco y tú no me conoces», pero es mejor que no lo hubieras hecho, pues “soy un mentiroso y un ladrón”. Un ritmo que recuerda a New Orleans relanza el ritmo en “Wall Of Death”, aunque la letra no invita al optimismo, al igual que la de “A Divine Tragedy”, que narra el declive de una relación.
El disco va acercándose al final en modo familiar. “Spirit Of Us” es una canción emocionante, dedicada a su esposa y a su hija. “Nadie os ama, nadie os necesita, nadie os quiere más que yo”. Una de esas joyitas melódicas con las que nos ha deleitado durante toda su carrera. El tema que cierra el CD, “Tame The Lion”, es un homenaje a ese bisabuelo italiano del que hablamos al principio. Ambrose Salvona, que así se llamaba, emigró a Gran Bretaña y trabajó como domador de leones. Con un ritmo que vuelve a juguetear con el soul, aprovecha para imaginar que sigue llevando en su interior los rugidos de sus ancestros. “Lo siento allí conmigo bajo las estrellas/ A mi lado todo el tiempo”.
El disco se va apagando con una pequeña jam de guitarras y trompetas, dejando una sensación fantástica. No hay duda, Dean Owens es un nombre importante de la escena europea para todos los amantes del rock de raíces.