1000Mods y Frenzee aplastaron Barcelona

1000mods: el sonido inmortal del götzen hammer. Frenzee monumento con forma de terremoto erigido en honor del punk hard rock. Idus de marzo, colosos griegos y rock and roll. Éxito de noise on tour con la respuesta de un público que abarrotó la Sala Apolo 2 de Barcelona.

Unas horas antes de las actuaciones, transcurría un sábado que combinaba mitologías en mi mente: los Idus de marzo romanos ya que era día 15 por una parte; por otra, la expectación por ver a dos bandas griegas que actuarían en la legendaria Sala Apolo 2 de Barcelona auspiciadas por la referencia a este dios de las artes, carismático protector del oráculo de Delfos y benefactor de las musas-entre otras cosas-, quien brilla como un fotograma kitch gigantesco en Technicolor o, como una bombilla de carne quimérica, en en el mural del extremo izquierdo de la sala.

La arquitectura de Cinemascope del edificio construido en 1943, que evoca epopeyas del cine clásico de Hollywood, palpitaría en breve con 1000mods, cabezas de cartel de una velada que presentó su nuevo disco, Chetah Death «, una obra que metafóricamente, «engaña a la muerte», prolongado la vida creativa de una banda que está iluminada desde arriba por el talento. El disco fue publicado el pasado mes de noviembre siendo saludado por nuestra redacción Dirty Rock Magazine como uno de los mejores de 2024. Y he aquí que cuatro meses después asistimos al arranque de su gira promocional en la península ibérica de la mano de noise on tour. Preocupados por soñar una inmortalidad que trasciende el castigo de la roca de Sisifo presente en su premisa conceptual, la banda conjura el ocaso perfeccionando los estilemas que les convierten en una de las mejores propuestas músicales de Europa.

En los prolegómenos del espectáculo, puedo intercambiar un diálogo apresurado con el book manager Gabriel, que es el encargado del espectáculo. Y también con Nikos, el baterista de Frenzee, la banda talonera que, sin parar de sonreír, me cuenta lo contentos que están con su primer disco » Whats wrong with me» que ocupará buena parte de su show.

El monumental espacio de la antigua sala de baile refulge como un papel plastificado translúcido y atornasolado con los últimos rayos de sol de la tarde. Y una Luna con perspicacia poética no tarda en aparecer sobre un barrio del Raval barcelonés que congrega un público estremecido por la terminología stoner, punk, metal que está a punto de sonar. La sala vibra como un cerebro de neón que acoge a las personas que integran el público abarrotando el recinto como piezas de un puzzle compacto.

Y comienza la primera actuación:

FRENZEE

Vísceral y corrosiva, la música del trío compuesto por l@s herman@s Xylouris les sitúa como transeúntes de los fenómenos sociales de su país: una Grecia convulsa que instaura su independencia con el «Día del no» y se resiste a los blindajes de las corrientes totalitarias. Se puede decir que su proyecto es simplemente un relámpago musical en unos comentarios reduccionistas, acompañándolos de frases hechas. Pero sería un error no entender su gramática y su lenguaje, que ya en escena enfatiza Apollonia con el tema «Frenzy» :» un puño que agarra y arrastra la entrañas del Sistema hasta que este se derrumba, se derrumba»; si el estribillo es contundente, no lo es menos el axioma de su camiseta: «rock and roll music for rock rollers SPLIT THE SYSTEM». Un lenguaje que se asoma a unas ventanas que se rompen con los objetos del tumulto y la subversión de las calles, permitiendo ver a una banda que aúna el estrépito de la lucha callejera antisistema con las gruesas dentelladas de la adrenalina escénica.

Su concierto se elevó como unas escaleras de cerveza hacia lo más alto del corazón de la noche de sábado. Fulgurante y enfebrecido desde la robusta puesta en escena fascinante como el impacto de un acrobático triple salto mortal, hasta las evoluciones del público en el linóleo de la sala: iluminadas por el fuego de un body surfing contagioso propiciado por la bomba óptica sexy y salvaje de una Apollonia que evolucionaba con la fluorescencia del rock and roll que asimilaron de pequeñ@s ella y sus hermanos; un torrente electrotemporal que combinaba los hallazgos de AC /DC (sintetizados por la guitarra de Adonis) y las influencias que asimilaron de la banda sonora de los juegos skater de Tom Hanks . El ruido de una cerradura que se abre en la mente del público resuena con «100 c», y una Ollimpia que disfruta llamaradas de birra enfatiza con la cabeza los riffs enroscados de Adonis, mientras la batería de Nikos es un arma precisa que arroja bloques de cócteles Molotov.

La temperatura sube como un termómetro inflamado por gasolina con el tema » Pink Tax», en el cual Ollimpia se niega a sumirse en el rol de la mujer cosificada ; ese «impuesto rosa» que corre traqueteando por las redes infames de la violencia de género. Si este tema en directo fue abrumador, el código gestual de Ollimpia mientras recitaba su letra fue una ventisca de furor: «eres un clasista desvergonzado/ orgulloso y ruidosamente racista / fascista homofóbico /sexista .Aplastando comportamientos machistas con una mirada airada como bolas de bowling. Llorando furiosas lágrimas de lava que al solidificarse petrifican conductas condescendientes, cuando no violentas, de un machismo rancio. Ollimpia Xylouris sepultó a la damisela en apuros de la moral conservadora con la botas de la punk rocker empoderada ! Bravo!

Al finalizar, un@s exclamaron su sorpresa; otr@s reconocimos a una de nuestras bandas griegas favoritas . Un monumento con forma de terremoto en honor al rock más convulso y divertido. Un K.O al sistema pero, sin embargo, un O.K. al sistema nervioso del hard punk rock.

1000MODS

En los preliminares, el tema «War Pigs» de Black Sabbath resuena en el nebuloso escenario vacío. La atmósfera se tensa como los labios de una noche cerrada iluminada por una misteriosa luna horizontal que recorre sus contornos de izquierda a derecha y viceversa; es el pasadizo visual cargado de misterio que se funde con la luminotecnia precisa de los técnicos de la sala creando un creciente clamor. Al irrumpir 1000mods en la tarima, los gritos de la gente suenan a manos afectuosas que saludan expectantes.

Temas destacados

«Overthrow» es el primer tema de su concierto, justo el que encabeza el disco que presentan: un tema que en su letra y en sus pasajes musicales se niega a ser derrocado por el frío del fuego, describiendo los primeros síntomas de la intensidad de «Chetah Death «; traducido al directo de aquel sábado, supuso una eclosión de trazos de viento como si un lapiz de luz entonase la prosodia que habita el prisma del heavy psych más sorprendente.

La cuarta acometida viene dada por «Claws», perteneciente a su disco de 2014 «Vultures». Un corte emblemático que evoca las garras hirientes de bellas criaturas aladas, camas envueltas por la Luna y al estupor que desprende la niebla atmosférica de su instrumentación; su versión en directo alcanzó los estratos profundos del stoner histórico de la banda.

El quinto tema es «Chetah Death», desgarrado por el guion en espiral de la temática de su nuevo álbum, su interpretación en directo trajo consigo los primeros ‘ stage diving’, que a partir de ese momento irían multiplicándose, sin que hubiera pusilánime alguno que los rechazara.

1001 MOODS (APOLLONIA)

El tema Götzen Hammer es la séptima pieza de la noche . Esta revisitación de » La filosofía a martillazos» de Friedrich Nietzche se agarra con uñas y garfios a la psique del oyente: su melodía es adictiva; su estribillo adhesivo . La interpretación en directo convocó a una Apollonia que también participa en los coros de su grabación en el disco. Presencia imponente con camiseta negra de manga larga y referencias stoner: una perla de pólvora aullando en el clímax de la noche.

A esas alturas del concierto ,la banda ya es un animal mutante que mezcla estilos roquistas con una precisión aérea que invade la sala, provocando conatos de pogo y un ‘body surfing ‘carnoso que describe zigzageantes signos de exclamación en la sala. El trigésimo tercer tema de la velada, «Speedhead», es su detonante, y las articulaciones de su poder son asombrosas: vaticino que este será un clásico de sus futuros directos .

LA SESIÓN STONER

El tramo final desenterró la brújula lisérgica de los riffs. Ese stoner del Peloponeso que si bien estuvo representado desde el primer momento ( «Road to burn» que sonó en segundo lugar), brilló electrocutando el reloj fosforescente de la velada con un preámbulo anterior a los bises ; un nimbo auditivo protagonizado por «Into the Spell»: » I»m high and I m free in your spell», de su álbum » Repeat exposure to…» . Psicodelia de bóveda astral que nos retrotrae a 2016 y al diluvio de fondos marinos stoner de Super van vacation :» El Rollito» y Vidage».

Al finalizar, el público experimentó la dosis imponente de una banda que cambió La roca de Sisifo por la fotosíntesis de la piedra filosofal… ¡Extraordinario concierto!

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