Skunk Anansie hicieron una enorme demostración de fuerza sobre el escenario de Razzmatazz para mostrar el adelanto de su inminente “The Painful Truth” sin olvidar sus grandes éxitos.
Con un disco previsto para el mes de mayo, dos años de su último paso por estas tierras y nueve desde su último lanzamiento, Skunk Anansie se han confirmado como una banda de directo. Por veces que veo a la banda no deja de sorprenderme la fuerza vocal y física de su cantante Skin. En su última visita, el público agotó las entradas para disfrutar de una gira conmemorativa de sus 25 años de carrera. En esta ocasión repitieron los resultados pero con nuevo material en sus maletas.
Acompañándolos en el viaje, So Good una de las figuras emergentes dentro del denominado Brat Pop. Con una puesta en escena chocante y mucha actitud, el quinteto descargó toda la rabia de sus canciones en apenas cuarenta minutos. La base sobre la que las tres chicas reivindican su poder se compone de un batería y un guitarra, ambos enmascarados con un pasamontañas. Mientras, ellas tres sacan la bilis en sus composiciones abiertamente punk. Poco les importó el desangelado aspecto de Razzmatazz cuando empezó su show. En su primera visita a Barcelona ellas ofrecieron lo mejor que tienen a través de temas como “Hate”, “Dick” o “I rewrote the f**king bible”. Dejaron buenas sensaciones en la espera a Skunk Anansie.
Sobre el escenario, grandes pinchos de color negro rodeaban la bateria y llenaban el fondo eran los unicos elementos estaticos que esperaban que llegara el huracán. El público impaciente llenaba hasta el piso superior con ganas de disfrutar del espectáculo. Y con la contundencia de “This Means War” dejaron claro desde el principio que el concepto de calma no entra en su diccionario. Solo hay que dejarse llevarse por la voz y la fuerza que Skin es capaz de proyectar en cada uno de los versos. “Charlie Big Potato” puso a botar a toda la sala y con “Because Of You” una nueva muestra de las muchas que daría de cómo usar una poderosa voz como la suya.
Y todo eso sin parar ni un segundo sobre el escenario. Quizás “Love Someone Else” fue de los pocos momentos tranquilos de la velada. Un escenario que se le quedaba pequeño por momentos. Tanto que incluso llegó a bajar del mismo para cantar y bailar entre el público manejando a su antojo los tempos para jugar con ellos durante “I Believed In You”. “Weak” y “Secretly” se han convertido en imprescindibles en el repertorio y forman un binomio irresistible con el que dejarse llevar. Skunk Anansie quisieron demostrar que aún tienen muchas cosas que decir en la música, y reivindicaron el papel del creador con una de sus nuevas creaciones. “An Artist Is An Artist” formará parte de “The Painful Truth”, junto con “Animal” y “Cheers” que también sonaron y resultaron un buen aperitivo de lo que está por venir.
Mientras aún llega ese momento, nada como echar la vista atrás y dejarse llevar por “Twisted (Everyday Hurts)” con crowd surfing de Skin incluido, “Just It’s Fucking Political” o “The Skank Heads (Get Off Me)” con el que cerraron el set principal. Ante una audiencia con ganas de más que no dejó de gritar en el breve impass Skunk Anansie volvieron para rematar la faena. Con la presentación de “Cheers” y los agradecimientos al público por haber seguido con ellos después de tanto tiempo llegaba la traca final. Es imposible dejar fuera del set un tema tan redondo como “Hedonism (Just Because You Feel Good)” con mucha más fuerza y mala leche en el directo. Con “Little Baby Swastikkka” acabaron de exprimir las fuerzas y ganas de saltar de un respetable que disfrutó como niños ante tal descarga.
Lo cierto es que al terminar el concierto a uno le queda en el cuerpo cierta sensación de envidia de los que siguieron a la banda desde los inicios y pudieron disfrutar de sus conciertos hace veinte años. Si en la actualidad Skin es capaz de hacer temblar los cimientos de Razzmatazz en la actualidad, qué no serían capaces Skunk Anansie de hacer. Pero como viajar en el tiempo es imposible, y los recuerdos a veces se magnifican, me quedo con la sensación de ver a una verdadera fuerza de la naturaleza y una bestia sobre el escenario.
Fotos: Desi Estévez