¿Sería el concierto The Baboon Show la decepción del año? Cuando se llenan los oídos de buenas palabras y elogios se corre el riesgo de sobrevalorar. Alerta spoiler: la respuesta es un NO incontestable. La banda es lo que prometen y más.
Lo sé… el que aquí escribe ha tardado los veinte años que celebraba la banda sueca en poder verlos en directo. Y que conste que no era por falta de ganas. Es más, un contratiempo estuvo a punto de dar al traste mi bautismo con la banda. Por suerte, se solucionó a tiempo como para poder llegar cuando Bad Cop / Bad Cop estaban ya pisando el acelerador sobre el escenario. Y es que han sido muchos años y muchas crónicas sobre The Baboon Show las que habían generado una necesidad imperiosa de contrastar si la fama que se le otorgaba a Cecilia Boström era merecida. Pero ya llegaremos a los suecos más adelante. De momento, aunque ya con el concierto comenzado, toca destacar a Bad Cop / Bad Cop.
En su primera visita a la ciudad, no se dejaron nada en el tintero. Deudoras del punk rock de la costa oeste, sonaron mucho más combativas y poderosas que muchos de sus grupos históricos en la actualidad. Lo primero que llama la atención es la entrega de su bajista Lihn Le, que también apoyaba las voces de la guitarrista y cantante Stacey Dee. Mi entrada coincidió con los últimos acordes de “Originators”. Por suerte, aun quedaba mucho concierto por delante. “Breastless” fue la reivindicación y celebración de quienes han superado un cáncer de pecho como es el caso de Stacey. Con una sala totalmente entregada, el cuarteto dió rienda a su repertorio más potente con trallazos como “Anti Love Song”, “Straight Outta Detox” y sobre todo “Warriors”. Un concierto que terminó con “Simple Girl” y “Womanarchist” por todo lo alto con ejercicio gimnástico por parte de Lihn Le incluido.
Tras la buena impresión de las californianas llegaba el gran momento. ¿Estarían The Baboon Show a la altura de las expectativas? Un gran telón blanco con el logo de la banda tapaba el escenario para no dejarnos ver lo que se nos venía encima. Una voz introductoria para celebrar los 20 años de carrera daba la bienvenida que con el telón aún colgado arrancaban “Have a Party With Me” de Eddie Meduza. Toda una declaración de intenciones desde el punto de partida de un excitante viaje a través de la música de The Baboon Show. La rasgada voz de Cecilia Boström sonaba poderosa y transmitía una energía que poco tardó en explotar. Al segundo tema “God Bless You All”, ya se le quedó pequeño el escenario y apenas le importó que aún estuvieran todos los fotógrafos en el foso para lanzarse a cantar sobre la valla con el público.
Enlazaron con “Forward In Reverse” con una muy coreada “You Got a Problem Without Knowing It” (con guiño final a Iron Maiden) que puso a bailar a toda la sala. Cecilia es completamente imprevisible y en un simple parpadeo la has perdido de vista y te la puedes encaramada a la batería para saltar para rematar un tema. Quien dijo que era la versión femenina de Michael Monroe no le faltaba razón. Es un auténtico animal de escenario, enérgico y volátil como una carga maldita de nitroglicerina en mal estado que deseamos que nos explote delante. “It’s a Sin” volvió a ver como se encaramaba a la valla. Demasiado tentador para que solo se quedara allí.
Y es que como tornado que es, se hace muy difícil parar a un fenómeno de la naturaleza de tal magnitud. Así que en “Rolling” se lanzó a hacer crowdsurfing para que la llevaran hasta una plataforma situada al final de la sala. Desde allí cantó “Oddball” mientras la banda seguía su particular fiesta en el escenario. Y como no, la vuelta al mismo fue gracias al público que la llevó en volandas. Momento para presentar a Simon Dahlberg, nuevo guitarrista de la banda, y que Cecilia se tome un ligero respiro mientras cambiaba su outfit. Fue el encargado de ganar tiempo mientras volvía la cantante jaleando el coro de “No Afterglow” antes de empezar una tremenda terna que se complementaría con “Walk My Way” y “Walk the Walk”.
Es cierto que es muy difícil despegar la mirada de la hipnótica cantante, pero sería injusto no destacar la labor del resto de la banda. Se nota que disfrutan sobre las tablas y que, en la medida que sus instrumentos le dejan, buscan también el espectáculo como la frontwoman. Como buena prestidigitadora, Cecilia usó el solo de batería como prestigio de su número y apareció por sorpresa en la tarima al final de la sala. Aquí empezó el momento en el que los responsables de la sala comenzaron a temblar y buscar si su póliza de seguros estaba a todo riesgo. El motivo… escaló hasta el primer piso de la sala mientras cantaba la tranquila “Gold” desde la pequeña repisa. Y mientras el espíritu punk de “The Shame” envolvía a la cantante, se lanzó en plancha al vacío para que el público la recogiera y llevara hacia el escenario.
Con esto ya quedaba sobradamente confirmada cada una de las palabras que sobre la banda había escuchado. Pero el show aún no había terminado ni parecía que fuera a hacerlo. “Holiday” y “Class War” fueron de los pocos temas que fueron presentados además de los nuevos pertenecientes a su reciente EP “Forward In Reverse”. Pero todo rio ha de seguir su cauce natural tras la tormenta y “Same Old Story” y “Me, Myself and I” marcaron el primero de los finales. En la primera un final a capella con los puños en alto puso el punto reivindicativo. Para la segunda, el escenario se llenó con las integrantes de Bad Cop / Bad Cop y Pubic Enemies. Ya lo cantaron al principio y lo cumplieron… la fiesta fue completa.
La liturgia de los bises comenzó con Simon tomando la voz cantante en “Lost In A Second”, siguió con “Tonight” y terminó con “Playing With Fire”. Presentada en castellano, fue la chispa que prendió un nuevo incendio. Un wall of death en el que por supuesto Cecilia llegó al centro para romper a pogo. Pero aún quedaba sitio para “Hurray” y un himno como “Radio Rebelde” que puso la puntilla a la fiesta de cumpleaños de The Baboon Show en la que Cecilia volvió a darse un baño de masas en la valla de primera fila. No quisiera terminar la reseña sin destacar la ardua tarea de quien se preocupa de la seguridad de Cecilia en todo momento. Junto con la banda, fue el miembro más atareado de la velada.
Ni tregua, ni descanso… The Baboon Show son una auténtica apisonadora en directo que saben perfectamente dar al público la diversión que vienen buscando. Suponen todo un chute de energía capaz de mejorar el día más gris y aciago. Tienen actitud y buenas canciones y el público solo tiene una cosa que hacer con ello: Aprovechar esa energía y hacer que sigan creciendo. Una noche increíble llena de buena música con tres bandas de mujeres que dejaron claro que Girls to the front no es solo el tatuaje que Cecilia luce en su brazo. Es la mejor realidad que se puede dar.
Fotos: Sergio Leiva