Creo que «Heartbeat City» de The Cars lanzado un 13 de marzo de 1984 está muy infravalorado por su enorme éxito comercial en aquellos años. Una época plagada de discos y canciones repletas de sonidos de batería y sintetizadores a porrillo.
Los Cars dominaron la MTV y la radio recuerdo aquel 1984 y 1985 con «Drive», «Magic», «You Might Think» y «Hello Again», todas en rotación constante. 41años después, podemos juzgar «Heartbeat City» por sí mismo, como un disco fantástico de pop rock de los Cars.
Su debut, por supuesto, es uno de los mejores discos de rock de todos los tiempos. Hizo que el punk fuera digerible para el mainstream (sin concesiones) tanto que contribuyeron a la introducción del término «new wave» para diferenciar este punk más populista de la música más hardcore, como la de los Sex Pistols o The Clash. Sigue siendo un disco maravilloso.
Su siguiente álbum, «Candy-O», es casi igual de bueno, pero no se aleja lo suficiente de la fórmula del primer disco. Eso llevó a The Cars a experimentar un poco, y aquí es donde nos metemos en un pequeño lío.
«Panorama» demasiado «artístico» y luego «Shake It Up» ya en los 80’s, The Cars se esforzó demasiado por recuperar la gloria pop de sus dos primeros LP. Pero en «Heartbeat City», producido por Robert John «Mutt» Lange, Ocasek, Orr y compañía encuentran el equilibrio perfecto entre sus raíces art-punk y la perfección pop. De principio a fin, este álbum está repleto de rock extremadamente bien elaborado, tan fácil de tragar como un vaso de agua embotellada helada en un día de casi 39 grados.
Desafortunadamente, a veces el precio del éxito masivo es que las bandas comienzan a fragmentarse, y eso fue lo que les sucedió a The Cars. El tardío álbum siguiente, «Door to Door», fue un álbum solista de Ocasek disfrazado, solo que con una banda que no estaba contenta de ser reducida al estatus de banda de acompañamiento.
«Heartbeat City» sigue estando lleno de su característico power pop, que te hace mover la cabeza sin pretensiones. El tema inicial, «Hello Again», hace referencia a su legado angular y peculiar, con muchos pitidos y bloops extraños, pero esta vez revitalizado con el brillo del hard rock de Lange; «Magic» está a un paso de sus producciones con Def Leppard. Para que no pienses que todo es florituras, Ocasek ofrece uno de sus ganchos más atemporales en «You Might Think», una joya de la new wave que no desentonaría en su álbum homónimo, pero que de alguna manera mejora las fórmulas pop que perfeccionó entonces. Un merecido éxito crossover.
El álbum es cojonudo de principio a fin y termina con una de mis canciones favoritas de todos los tiempos, «Heartbeat City». En general, un álbum excelente de The Cars, uno de los mejores de la discografía de la banda.
