El concierto del pasado lunes de Neil Young y Promise of The Real en el museo arquitectónico de el Pueblo Español de Barcelona ante poco más de tres mil almas, preciosa localización ubicada en la montaña de Montjuic con la llegada esa noche del solsticio de verano, con luna llena por primera vez en 68 años, hacía presagiar algo legendario. Las localizaciones tienen que acompañar para que algo roce la épica, no se puede rodar Centauros del desierto en el polígono de la Zona Franca, cuando llegas al lugar, tienes que tragar saliva, sabes que algo enorme va a pasar.
Que las dos horas y media de concierto de de Neil Young comenzara con «After the Gold Rush» y concluyera con «Cortez the Killer» en Barcelona, justificarían toda esa reciprocidad con el público catalán y otros tantos del planeta, con un Neil más entregado, abriéndose, narrando la historia de sus miserias con su voz, sus pianos y guitarras, diciendo «soy ésto», exigiendo la liberación de la «Madre Naturaleza» en constante actividad y encontrándola en esa entrega emotiva.
Lo que vimos sobre el escenario en Barcelona con Neil Young y su banda Promise of The Real conformada por dos vástagos de Willie Nelson a las guitarras como Lukas Nelson y Micah Nelson, Anthony Logerfo a la batería, Tato Melgar a la percusión y Corey McCormick al bajo, con quien tuvimos el placer de charlar durante unos minutos antes del concierto, fue, principalmente, el funcionamiento perfecto de una máquina de sangre. Un cuerpo monstruoso en el que todos constituyen órganos vitales. Una muestra perfecta del movimiento sincronizado y circular de esas piezas encajando precisas en los huecos dejados por las otras.
El mensaje de Neil Young & Promise of The Real durante esta gira denominada Rebel Content Tour, es claro: la madre naturaleza nos está hablando, ¡es hora de actuar!, la naturaleza no nos necesita, nosotros la necesitamos. Neil Young reforzó ese maravilloso mensaje, en 20 canciones. Si dependemos de la naturaleza cuando ella prospera, nosotros como humanidad prosperamos, cuando ella desfallece, nosotros desfallecemos. Sabemos que debemos respetarla, cuidarla y conservarla. En cambio, la ambición del humano continúa arrasando todo a su paso en la que Young ataca a la multinacional agrícola Monsanto y sus organismos genéticamente modificados (OGM).
Gary Clark Jr. telonero de Neil Young , esperaba su relevo aquella noche, con aún el sol estallando en el cielo de Barcelona con un magnífico concierto de apenas de una hora, descomprimiendo la tarde-noche, y entregándose al dominio de su guitarra y todos dejándonos llevar, con esta verdadera realidad del Blues sucio y descarnado. Esa perfecta combinación entre Blues, Rock y Soul que hace que la guitarra gima como los grandes. Espectacular e impecable directo en el que conectó con el poco público aún en el Pueblo Español, de primeras.
Soñé que veía llegar caballeros en armadura contando algo sobre una reina. Llegaron dos campesinas esparciendo semillas sobre el escenario. Pensaba en lo que un amigo había dicho, esperaba que fuese mentira. Entra Neil Young, se sienta junto a un piano colocado a la derecha de su escenario y comienza a cantar «After the Gold Rush».
Neil Young es ante todo un idealista, y la crítica social está omnipresente en toda su obra, pero el sueño social del que habla se encuentra aquí desubicado, muy lejos de su contexto social, sin embargo también habla de sentimientos, de la vida, de la dignidad, y sería en este punto donde se encuentra la comunión que consigue con el público.
Las tres mil gargantas se cerrarían desde ese instante ante Neil Young, uno de los compositores más influyentes de la historia con canciones como Heart Of Gold, Comes A Time, The Needle And The Damage Done y Mother Earth (Natural Anthem) sin banda, solamente con su voz, guitarra acústica, armónica y órgano. hacen que la magia cruda del rock and roll permanezca por siempre, suciedad, poderío escénico, brillantez; son pocos los apelativos a tal comienzo del espectáculo, los pelos de punta.
Con The Promise of the Real ya en el escenario y los tambores resonando con la llegada de dos sulfatadores sahumando con productos fitosanitarios, interpretando junto con Neil Young «Out On The Weekend», todos subidos en esa camioneta (pick-up) y recorriendo a través de una maravillosa e interminable carretera, creada con atmósfera mágica de canciones, puente hacia una esperanza de futuro para aquellos que quieren escapar de un pasado que les ahoga, símbolo de rebeldía adherido al ideario hippie sucediéndose con joyas como From Hank To Hendrix, Human Highway, Someday o Unknown Legend.
Neil Young coge por primera vez en Barcelona una de sus guitarras eléctricas, una preciosa Gretsch White Falcon, para interpretar otras tres obras maestras como fueron Alabama, Words y Winterlong, para en las siguientes enfundarse su guitarra negra inconfundible: la “Old Black” Gibson Les Paul Goldtop del 53, para atacar nuevamente con Love To Burn y Mansion On The Hill estrujándonos desde la boca al estómago y muriendo por dentro con la emoción con el sonido de esa guitarra cruda y rockera hasta la médula, con ese pefecto punto de desafinado permanente que tiene Neil en todos sus solos. El éxtasis.
Abrid fuego, aquí llega el héroe occidental de nuevo con Revolution Blues, Western Hero, Vampire Blues y una inconmensurable Rockin’ in the Free World, resistiendo en el mundo libre, siento el Satán para las grandes corporaciones. Cuesta explicarlo, sus palabras cuentan una historia y conmueven como la buena literatura; su música dibuja el paisaje de fondo de esa historia y te transporta a lugares que ni siquiera sabías que existían; su voz se convierte en el actor de la obra y hace que las letras parezcan creíbles, reales, confesionales; y su arrojo al interpretarlas sobre el escenario magnetiza las miradas de los espectadores, borrando al instante todo lo que le rodea, proyectando un foco invisible sobre él.
Quizás una jugada del destino para que hacer de esta postal de cierre con Neil Young sentado al borde del escenario mientras interpretaba Rockin’ in the Free World, otro recuerdo inolvidable. Con la luna llena casi en nuestros ojos, concluía su concierto con «Cortez the Killer», la guitarra no puede ya dar más de si, apoteosis final. El odio sería tan solo una leyenda y de la guerra ya nunca se supo. La música psicodélica cargó el aire el pasado lunes, la paz y el amor vivieron allí en calma, en esa mansión de la colina de Montjuic.
Si quieres leer la crónica del concierto de Neil Young & Promise of the Real en Madrid, celebrado el 18 de junio en el Mad Cool Festival, clica en éste párrafo.
Repertorio del concierto de Neil Young y Promise of The Real el 20 de junio de 2016 en Poble Espanyol:
1. After The Gold Rush
2. Heart Of Gold
3. Comes A Time
4. The Needle And The Damage Done
5. Mother Earth (Natural Anthem)
6. Out On The Weekend
7. From Hank To Hendrix
8. Human Highway
9. Someday
10. Unknown Legend
11. Alabama
12. Words
13. Winterlong
14. Love To Burn
15. Mansion On The Hill
16. Revolution Blues
17. Western Hero
18. Vampire Blues
19. Rockin’ In The Free World
— Bises —
20. Cortez The Killer
