Anita Pallenberg, considerada como una de las primeras groupies, modelo, actriz, ex de Keith Richards, la modelo italiana-germana y diseñadora falleció hoy a la edad de 73 años. Novia de Brian Jones, tuvo dos hijos con Keith Richards (Marlon y Angela Richards) en 12 años y filmó escenas de sexo con Jagger.
Si Astrid Kirchherr fue el ángel que marcó la estética de los Beatles, Anita Pallenberg fue el diablo que arañó el alma de los Rolling Stones. Nació en Italia, en el seno de una excéntrica familia aristocrática romana. Pasó su adolescencia en un internado de Munich. Trabajó como modelo y conoció a los Rolling Stones en 1965 tras colarse en su camerino después de un concierto, y con ella descubrieron la decadencia y la androginia.
Anita se inventó el término groupie, siguió a los Rolling en todas las direcciones y sentidos posibles, desde el musical hasta el psicotrópico y, por supuesto, el sentimental. Empezó con Brian Jones, uno de los fundadores de la banda, para abandonarlo en pleno viaje iniciático por Marruecos huyendo, literalmente con Keith Richards. Jones moriría poco después en extrañas circunstancias, mientras que la pareja comenzaría uno de los romances más locos y destructivos de la historia del rock´n´roll que daría como fruto tres hijos, algunos escándalos y muchas adicciones.
Keith Richards, en su autobiografía Life, desvelaba que la modelo le fue infiel con Mick Jagger durante el rodaje de Performance, algo que ella desmintió. Sin embargo, poco importa que fuera o no verdad, eso no cambia la tremenda influencia que la modelo tuvo en la banda de rock más famosa del mundo.
A Pallenberg la llamaban “la diablesa”. Durante años se dijo de ella que practicaba brujería e invocaba fuerzas ocultas ofrendando cuerpos humanos. Quizá algo de eso había. En 1979 un adolescente se suicidó en su cama, mientras jugaba con una pistola de Keith. Antes, Pallenberg había inspirado (por llamarlo de algún modo) hasta a Bob Dylan, para la publicación de la portada de “Blonde on Blonde». En 1967 viajó junto a su novio Brian Jones y Richards a Tánger.
La influencia de Anita Pallenberg tuvo mucha repercusión en la banda, tanto en maquillaje, indumentaria y peluquería. Grabó los famosos coros de “Sympathy for the devil”. Escribió el guión de “Performance”, donde fue filmada teniendo sexo con Jagger, escena que no entró en el film pero fue enviada al mercado pornográfico. Pallenberg y Richards tuvieron tres hijos. El último de ellos, Tara, murió a los tres meses nacer.
Ese hecho «ayudó» a finalizar la historia de la pareja. Keith Richards estaba de gira en Francia, no canceló aquel concierto al conocer la noticia. En sus propias palabras: “Estaba de gira en París cuando me dieron la noticia de la muerte de mi hijo Tara con sólo dos meses, lo habían encontrado muerto en la cuna. Es como si te pegaran un tiro. No cancelé el concierto. Habría sido peor. Marcharme de gira cuando todavía era un recién nacido es algo que nunca me perdonaré. Es como si hubiera desertado”.
La historia ya la conocemos todos, Keith Richards, hasta las trancas de más heroína. Anita pasó por el chaleco de fuerza, habitaciones con paredes acolchadas y salas de urgencias varias. Se desintoxicó y regresó con todo hace unos años lanzando una línea de ropa y editó la revista Cheap Date.
Procedente Anita de una familia artística y caótica, creció en Roma pero pasó su adolescencia en Munich, en un internado del que según dice Keith Richards en su libro “la expulsaron por beber, fumar y lo peor hacer autostop”.
En aquellos sesentas y 70’s Roma alternó con Visconti, Fellini y Pasollini; en Nueva York con Warhol y los poetas beat. Tonteó con Mick Jagger, mantuvo una relación Brian Jones pero se quedó con Keith Richards.
Fue una más en los Stones: “Me respetaban, porque trabajaba, porque mi padre era músico y sabía de ese mundillo, leer partituras y tocar el piano. No me limitaba a sentarme y ser guapa.” Hasta que el status estelar de la banda pudo con ella: “Se hicieron ricos y famosos y perdí interés. Preferí siempre lo underground».
“Había visto a los Beatles en Frankfurt y no me gustaron (…) Vestían todos igual, iban muy arregladitos, no eran chicos malos”.
Descansa en paz Anita.