Curse of Lono, dicen que vienen de Londres

Es frecuente el error de no hacer mucho caso de los teloneros, como si fuera un compromiso de alguien con alguien y contigo no fuera la cosa. Tú vas a ver al artista principal, incluso aunque no sepas quién es, simplemente porque alguien te ha dicho que a ese Chuck ¿Norris? ¡ah, sí, Prophet! no hay que perdérselo.

Curse of Lono - Stereo, Alicante, 2017 (2)

Y entonces llegas tarde y te pierdes a los teloneros, o llegas a tiempo y les das la espalda mientras hablas con otros, a voz en grito, claro, porque con su música no te dejan escuchar la conversación. Has estado en la misma sala que Curse of Lono y no te has enterado.

Curse of Lono - Stereo, Alicante, 2017 (3)

Empezó la noche del sábado en la Stereo con Felix Bechtolsheimer echando un vistazo al público para comprobar que la oscuridad no le engañaba: había poca gente y bastante desatenta. No le importó, demostró desde el principio que es un músico de raza, y arrastró a la banda a ofrecer un recital bien demostrativo de que no estaban ahí, precediendo al Profeta, por casualidad.

Curse of Lono - Stereo, Alicante, 2017 (4)

Dicen que vienen de Londres, pero su música hermana las dos orillas del Atlántico, puede sonar en un pub de la costa oeste irlandesa como si se hubiera amamantado de esos vientos y esas pintas de cerveza, o sugerir horizontes al sur de los Appalaches. Puede hacerte pedir un bourbon o una Guinness para mecerte en sus cadencias intimistas, para explorar con ellos esos mundos que nacen de las armonías vocales y del tempo exquisito con que abordan cada canción. Joe Hazell puntea con delicadeza cada frase que sale de los labios del líder, punteos de guitarra y de voz, que son como gotas de lluvia, como hojas cayendo. Y Charis Anderson, al otro lado de Bechtolsheimer, le dobla igualmente con la voz y con ese bajo que suena como una caricia.

Curse of Lono - Stereo, Alicante, 2017 (6)

Dicen que vienen de Londres pero ese toque pantanoso que le proporciona a los teclados un español, Dani Ruiz Hernández, te lleva mucho más lejos. Y así, un tema como “London Rain”, se hace universal porque es en sí mismo un crisol de sentimientos que se hacen música y que unen el continente americano con las islas británicas, y definitivamente con todos los que amamos esa corriente de emoción que no tiene fronteras. Dani Ruiz aporta también segundas voces, tan sutiles que se confunden con la melodía de los teclados, y Neil Findlay, a la batería, a lo suyo, cierra el quinteto con un golpeo que solo te saca de ese estado de placidez en los momentos en que Bechtolsheimer ataca su guitarra para hacernos mover los pies y toda la banda va tras él.

Curse of Lono - Stereo, Alicante, 2017 (1)

Quince noches abriendo para Chuck Prophet y haciendo amigos con canciones que quedan ahí, como “Pick up the pieces” o  “Don’t look down”, por citar algunas. Cuando Hazell te pregunta tu nombre antes de poner su firma en el disco y Anderson estampa “with love”, confirmas lo que ya sabes, que lo que has visto en el escenario es música y vida al mismo tiempo, o como diría un buen amigo, pasión, que no es una palabra cualquiera. Una pasión tranquila, de un quinteto que viene de Londres.

Fotos y vídeo por Juan J. Vicedo.

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Curse of Lono Alicante 2017 nuevo disco

 

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