Metallica en Barcelona, Palau Sant Jordi 07/02/2018
Casi todos los que estábamos allí teníamos la entrada hace casi un año.
Hacía frío fuera pero muchos no querían abrigo sino una cazadora negra, o una vaquera con parches.
Ya quedan pocos que tengan la guitarra como emblema por lo que había que reivindicarse.
Por suerte, como bien resalto James Hetfield durante el concierto allí había jóvenes,viejos y todo tipo de público.
Por una cosa u otra, fue mi primer concierto de Metallica, siempre quise pero nunca antes fue, si ya sé que fueron mejores hace años cuando se comían el escenario.
Pero a nadie le jode más que a mí no haber estado allí, pero el presente es lo que tenemos.
Por lo que arreciaban las ganas y nada más entrar veo el puesto de merchandising.
Había chalecos, cazadoras, camiseta de básquet, camiseta con motivo catalán y camiseta imitando a la de la selección española.
Me llamó la atención un que rezaba “Bay Area, Heavy since 1981” luciendo galones desde la bahía de San Francisco.
Los teloneros, que prometen, pasaron casi inadvertidos, la mayoría de la gente estaba en las barras, baños o en la cola para comprar la camiseta, y además tenían bastante mermado el sonido.
Nos veremos Kvelertak.
A las 21:15 como me dijo mi amigo Rioboó, corrían por un pasillo para llegar a ese escenario de 360.
Allí se exponen, se muestran y defienden el presente de Metallica.
Es difícil de explicar vean los videos, un cuadrado colocado en medio del pabellón como si fuese un rombo, a modo de escenario.
Micrófonos inalámbricos por todos lados, por lo que el cantante puede empezar una canción aquí seguir allá, y acabarla en otro lado.
Las guitarras sin cables se mueven a su antojo por todos lados. Y la plataforma donde está el batería va girando poco a poco, para dar una vuelta completa, yo calculo cada 5 canciones.
Eso sí, el bueno de Lars Ulrich cambia las baquetas durante todas las canciones.
Para colmo en el techo hay unas decenas de cubos y otros dentro encajados, y todos se mueven con total libertad y todas sus caras son pantallas televisivas.
Como espectador sólo eso ya es increíble.
Pero es que luego va con el sonido Metallica, con que son unos maestros de la interactuación con el público y que tienen más tablas que años.
Cuando suena “the ecstasy of gold” ya estábamos todos entregados y aquello no había empezado.
Tras ello se preparan con “It´s a long way to the top” de AC/DC.
No discutiré el setlist porque es muy subjetivo y además nunca nos pondríamos de acuerdo.
Como es mi artículo de opinión si diré que a mí solo me falto “Orion” y “The unforgiven” por temas y añoranzas personales.
Cayeron siete del nuevo que suena bien y funciona, del total de 18 temas. La mejor es sin duda “Spit out the Bone”, y sobraron claramente “Now that we´re dead” y “Confusion”.
Cuatro de su álbum más redondo “Enter Sandman”, “Nothing Else Matters”, “Sad but True” y “Through the Never”
Tíos sin mariconadas, pero imposible no emocionarse, le he dado un homenaje a una parte de mi vida.
Dos del “Master of puppets”, “Welcome Home (Sanitarium)” y “Master of puppets” que se me antoja imprescindible.
Absolutamente maravillosa la antibelicista “One” del “…and justice All”.
Una brutal y cañera “Seek & Destroy” del “Kill ´em all”.
Quizá una de las pocas salvables del “Reload” “The Memory Remains”.
“For whom the Bells Tolls” del “Ride the Lightning”.
Y como cover, a parte del homenaje a la rumba catalana “El muerto Vivo” de Peret, “Breadfan” de Budgie.
Una canción que hace referencia al amor por el dinero, y que fue una cara B en 1988 del single “Eye of the Beholder”.
Griterío sin cesar, manos en cuernos, puños arriba y todos botando o moviendo la cabeza fue brutal. Quiero más, necesito más.
El bajista Robert Trujillo girando su guitarra al viento o aporreando su bajo eléctrico en cuclillas es un espectáculo.
La clase y los solos de Kirk Hammett son una gozada.
James es un maestro de ceremonias soberbio.
Pero yo me quedo sin duda con Lars que vive en su mundo propio, sale una y otra vez de la batería, danza y habla a la vez consigo mismo y con todos nosotros, nos increpa y nos abraza en un ritual totalmente real y a la vez inimaginable.
En el escenario diáfano, se suceden efectos pirotécnicos e incluso unos iluminados drones volando a su alrededor. Aun así la música es el Protagonista absoluto.
La autoridad, la solvencia y el empaque de la banda están fuera de toda duda. Hablar en plan hater, te desautoriza al instante.
Y allí regresé por un instante al Pc fútbol, a mis primeras borracheras, a mis primeras experiencias, a mis cassetes, a mi primer vinilo, a mi VHS, con la piel de gallina, con la emoción y la lágrima, con la intensidad de los mejores momentos, y la añoranza de ese momento, de ese recuerdo, y la satisfacción por la vivencia.
Que encima donan parte de sus beneficios a la beneficencia y además homenajean a la música y al lugar porque se toman la molestia, de aprenderse un tema de una banda o músico local.
Además Trujillo homenajeo al mítico y malogrado Cliff Burton con su “Anesthesia (Pulling Teeth) en un vibrante momento.
Dice mi amigo Ronnie que tras la retirada con honor de Black Sabbath el cetro es de ellos sin lugar a dudas.
Con todos vuestros defectos, sois la puta hostia Metallica.
Y todos los que alguna vez hayáis oído a Metallica, ya va siendo hora de que os paréis a escucharlos porque si hay tiempo, y no hay ningún disco de ellos que no contenga al menos una delicia.
Hay sueños imposibles pero yo ya cumplí otro.
Vídeos de Javier Naranjo.