El concierto que nos ofreció Alfredo González el pasado 9 de febrero, es lo que le ha durado una copa de vino tinto. Unas dos horas de recorrido por algunas de las composiciones de su próximo nuevo disco y otras de su repertorio. Muy buenas canciones de un escritor de servilletas, un letrista lleno de sensibilidad, un trovador de la tierra, un corazón inquieto.
Su música pasa de un estilo a otro, con una frescura que arropa a las hermosas letras, vitales, realistas, reivindicativas, soñadoras… Ha estado acompañado por dos cantantes con voces bellísimas, Nadia Álvarez y Esther Zecco. Hoy dice haber llegado por los pelos, nieve y hielo en su tierra natal, autobús y tren, acarreando su piano. ¡Qué dura es la vida de un músico!
Era su primera vez en el Jazzville, un local cómodo, con una acústica muy buena y excelente sonido y ha estado rodeado por sus amigos. Creo que se ha sentido a gusto.
¡Ha sido un placer escucharle!
Texto y fotos por Ana Hortelano.