Castro Coleman, chaqueta blanca impoluta y sombrero, dice que su música es «como un torrente de agua salvaje» y define el Blues como «un paseo por la vida cotidiana»; se le conoce en el mundillo artístico como Mr. Sipp y anda de gira, por la península, presentando su trabajo «Knock a hole in it» (2017).
En sus directos se desnuda y muestra sus raíces más profundas; el blues y el gospel que heredo de sus antepasados acompañado de su guitarra eléctrica, esa Epiphone Riviera Custom P-93, de la que saco sonidos mágicos que asombraron y dejaron sin palabras a toda la parroquia que se dio cita en una Sala Porta Caeli, que esta vez si, aposto (una vez más) por una programación arriesgada y de muy elevada calidad. Acompañado por Jeff Flanagan al bajo y William West a la batería, una formación de calidad y de peso, nos describió y nos mostró esa música de la que se ha alimentado y tomado influencias desde los seis años, esa música que desde su abuelo Louise Coleman hasta el gran BB King, pasando por gente como Melvins Willians, Jimi Hendrix, o Muddy Waters, entre otros muchos, han dejado su presencia en su faceta creadora.
Dos horas y cuarto de concierto….donde un tipo procedente del pequeño pueblo de McComb, (Mississippi), y con una buena colección de menciones en su zurrón: nominado en la categoría ‘mejor album de Blues del año en los ‘Blues Music Awards 2016’, premiado con el ‘Blues Challenge Internacional de 2014’, poseedor del galardón especial ‘Boby Rush Best Entertainer’, junto a una colaboración en la película sobre la vida de James Brown, ‘Get On Up Sr’…nos ofreció un gran espectáculo; eso si, siguiendo una tradición casi ya escrita, con una afluencia de publico algo parca…y es que visto lo visto si no eres banda tributo o un grupo indie de esos que llenan pabellones, tienes un poder de convocatorio algo reducido; peor para ellos, la tiple ración de blues que nos dio el caballero, nos va a permitir hacernos llevadero este tumultuoso y caótico 2019.
Texto y fotos por Jesús Díez.