Segundo álbum de estudio de Jade Jackson, «Wilderness», producido nuevamente por el Social Distorsion, Mike Ness, tras aquel «Gilded», publicado hace dos años. Un álbum de once temas por parte de esta joven veinteañera aposentando su voz rasposa en el country y música de raíces con descaro y oscura melancolía.
Los jóvenes compositores a menudo se enfrentan a un dilema: el antiguo axioma de «escribe aquello que sabes» frente a la vacilación de divulgar demasiado sus personalidades aún en formación. Después de todo, muchas personas se convierten en compositores precisamente porque les ha resultado muy difícil expresarse. Las canciones ofrecen cierto nivel de anonimato, pero esa distancia desaparece cuando el tema se acerca demasiado a casa. El primer álbum de Jade Jackson, «Gilded», estaba lleno de canciones sobre actividades juveniles: salir a la carretera, relacionarse y quemarse, o arriesgarse. Buenas canciones sobre temas familiares, universales para cualquiera que haya sobrevivido a los 20 años. En este su segundo álbum, «Wilderness», la cantante y compositora californiana ha profundizado más en su vida y traumas.
La banda de Jackson para realizar el disco fueron Miller (batería y percusión), Vukovich (bajo) y Andrew Rebel (coros, guitarra eléctrica y acústica y piano), con Julian Ness (hijo de Mike). Y como músicos invitados se incluyen a David Bragger (violín), Audrey Jackson (coros) y David Kalish (órgano B3).
El nuevo disco de Jade Jackson trata de sentimientos, una fuente inagotable de un registro sobre los intermedios y los peldaños en los que vivimos y saltamos y cómo la melancolía puede ser un arma poderosa para manejar, especialmente en forma de raíces. Jade Jackson ha desafiado las profundidades de su alma y ha descubierto un curso para sobrevivir, aunque será la primera en admitir que su viaje todavía tiene kilómetros por recorrer.
«Wildernes»s también tiene un corazón melódico y tristeza en algunas sus canciones. Jade Jackson comprende lo que es estar solo, pero nunca deja que la soledad la derrote. Ella quiere hablar, cantar estas emociones y liberarse de su control, la escucha a través de la oscuridad al otro lado.
El primer concierto que fue a ver la californiana Jade Jackson serían a los Social Distorsion, casualidades de la vida hicieron que el hijo de Mike Ness viendo actuar a Jade enviase varios vídeos a su padre. Éste le hizo una proposición a la cantante que nunca pudo rechazar.
Jade Jackson con veintisiete años en la actualidad pudo compartir escenario con el fallecido Merle Haggard, Rosie Flores o Dwight Yoakam, donde años atrás en el instituto, y con una creciente legión de fans y actuaciones locales en su Santa Margarita natal, en el centro de California, se estima ya había escrito más de 300 canciones antes de graduarse.
