Lucinda Williams abrirá la 2ª edición del Americana Music Madrid/AMM

Lucinda Williams, será la encargada de dar el pistoletazo de salida este año a Americana Music Madrid / AMM, protagonizando el concierto inaugural del ciclo en la sala Guirau del Fernán Gómez Centro Cultural de la Villa, FG.CCV el martes 9 de junio presentando su nuevo álbum «Good Souls Better Angels«.

Escucha los dos primeros adelantos del nuevo disco de Lucinda Williams:

También están confirmados en el ciclo de conciertos de la Americana Music Madrid, Drive-By Truckers que actuarán el 18 de junio. El  Americana Music Madrid / AMM tendrá una continuación en 2020, que se celebrará nuevamente en las salas Jardiel y Guirau del Fernán Gómez Centro Cultural de la Villa – FG.CCV entre los días 9 y 21 de junio.

Lucinda vendrá a Madrid a presentarnos su último trabajo«Good Souls Better Angels» que estará en la calle para el 24 de abril, tras «The Ghosts Of Highway 20» publicado hace 4 años. Williams compuso la gran mayoría de estas nuevas canciones junto a su marido Tom Overby, y co producido junto a Ray Kennedy. Butch Norton a la batería, Stuart Mathis a la guitarra y Dave Sutton al bajo fue su banda de apoyo.

Lucinda Williams es de esas artistas del lado oscuro de la música de raíces norteamericana. Lucinda Williams llegó tarde, no a la vida, porque había vivido mucho y había vivido bien en muy poco tiempo, pero sí al reconocimiento. Llegó tarde a la fama, en un género musical hecho principalmente por y para hombres como es el country.

En los setenta pasó por los bares y tabernas de Houston, de Austin, ambos en Texas, y de Jackson, Mississippi. Williams editó un par de álbumess sin mucho éxito antes de cumplir 30. Luego se tomó su tiempo. Sacó un disco cada seis años en promedio, pero su reputación estaba más relacionada con ser compositora para otros artistas, por hacer canciones tras las sombras. Williams estaba lejos del country más comercial y juguetón de tipos como Garth Brooks y eso parecía pesarle. Lo suyo estaba más emparentado con los cuentos de desolación de Hank Williams, con Dylan circa 1965, y con lo más country de Neil Young. Con su voz rasposa, Williams retrataba en canciones las derrotas del sur profundo y de su propia vida.

Eso hasta que era 1998 y cumplió 45 y lanzó un álbum llamado «Car Wheels on a Gravel Road», una colección de temas que trascendió el género al que se le asocia. Con esas canciones Williams dejó atrás una carrera más inclinada a las tinieblas que a la luz y se convirtió en un icono no solo del country, sino que cultural. Escuchar Can’t Let Go en Gravel Road es entender que lo suyo va mucho más allá de un sombrero de cowboy. Buena parte de su mejor trabajo se concentra en amores perdidos. Está la rabia, pero también siempre hay una idea de que se perdió algo irrecuperable.

Whisky, caminos de tierra, lugares sombríos del delta del Mississipi. Lo que Williams le hizo a la música country es valioso porque no tiene que gustarte el country para escucharla. Aquí hay una vuelta de tuerca a lo que ya estaba, una oscuridad que puede estar emparentada con Nick Cave, PJ Harvey, Cohen, o incluso, Tom Waits. Un álbum como West, de 2007, está para escucharlo de noche en una casa en medio de la nada, no en un wurlitzer de bar honky-tonk.

Lucinda Williams es una de las mejores cantautoras de los Estados Unidos en la que su música refleja todas las vertientes que abarca la música americana, toda la esencia del rock, folk, country. Tres premios Grammy avalan a Lucinda Williams y el reconocimiento tanto por los medios especializados como por los grandes artistas del género.

Lucinda Williams visitó por primera vez España en el 2009, presentando el disco «Little Honey». Considerada como la mejor compositora americana, Reina de la Americana Music y del Country Folk Rock electrificado, natural de Lousiana, como los mejores bourbons, su carrera despegaba cuando Bob Dylan la llamó para que lo acompañara a una gira en 1998, en la que Dylan presentaba la obra maestra Time Out of Mind.

Lucinda Williams y sus letras hablan de hurgar en esas heridas producidas por las emociones, siempre tratando de esquivar el dolor y aún así, cayendo una y otra vez en él. Lucinda Williams leía poesía de su padre Miller Williams, de ahí su amor a las palabras y el lenguaje de sus canciones.

Williams decidió ser una mujer que va a contrapelo de su propia cultura. Esto no es country hecho por una mujer de corazón redneck o hillbilly, como suele pasar. Esta es la música de una mujer que, nacida y criada en una pequeña ciudad del sur más profundo. 

Lucinda Williams es el sur de Estados Unidos, su alma está ahí, pero también es el sur cuestionado. Ese viaje, en su música, en sus letras, arde, pero arde bien.

 

 

 

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