«Remember my name» es el nuevo y magnífico documental sobre la imagen sin barnizar de la estrella de rock David Crosby. Uno de los mejores documentales musicales de los últimos tiempos, un retrato certero y nada indulgente de uno de nuestros grandes iconos del rock. Si te gustaron los de Eagles y Dr Feelgood, donde se glosa al artista sin perder la perspectiva ni la capacidad de auto critica, no te pierdas este documental producido por Cameron Crowe.
David Crosby tras parir en 2017 su último disco hasta la fecha, el magnífico «Sky Trails»por parte de este notable y venerado cantante, compositor e intérprete. Introspectivo trabajo de Croz que supera a sus dos anteriores y más recientes trabajos. Una obra de 10 temas repleta de hermosas melodías, jazzísticas, dentro de un ambiente de pesadumbre, búsqueda personal y espiritual impregnada. Si hay una respuesta para todo ello, está en dos de las últimas tres canciones, «Somebody Home» y «Home Free».
El documental estrenado el año pasado sobre David Crosby que cumple 79 años el próximo agosto, no deja de preguntarse la misma cuestión: ¿cómo demonios, después de tantos años de vida dura y malas decisiones, sigue vivo? «Bueno, ninguno de nosotros tiene la respuesta a eso, no tiene ningún sentido», dice, riéndose por teléfono desde su casa en Santa Ynez situada en Central California. «Todo lo que puedo hacer es estar agradecido».
A los 78 años, el cantante y compositor que con Byrds y luego Crosby, Stills & Nash, dos veces miembro del Salón de la Fama del Rock and Roll, mostró en el documental situaciones que muy pocos famosos se atreverían a decir.
«David Crosby: Remember My Name» está dirigida por A.J. Eaton, y producido por el periodista musical convertido en cineasta Cameron Crowe, quien entrevistó por primera vez a Crosby como un periodista adolescente de rock en 1974.
En el cautivador y perspicaz documental, la estrella de rock con el bigote caído emerge casi sin filtro sobre su actitud sexual, drogas, la muerte, su situación financiera, sus desagradables protestas políticas durante los conciertos de Byrds, su etapa en prisión, su noviazgo con Joni Mitchell o amistades.
Confesándose sin reservas ser un completo imbécil con sus amantes y compañeros de banda. Y llegó a admitir que ninguno de los amigos con los que hizo música: The Byrds y Crosby, Stills & Nash (& Young) hablará con él. Ni Roger McGuinn, Stephen Stills, Neil Young o Graham Nash.
Entrevistas, imágenes de archivo y música sazonan la historia, así como lugares emblemáticos como el campus de la Universidad Estatal de Kent, donde asesinaron a cuatro estudiantes, provocando que Neil Young compusiera «Ohio». Sus recuerdos junto al famoso fotógrafo de rock Henry Diltz sobre una foto clásica en su apogeo fumando un porro mientras sostenía una pistola, decorada como una bandera estadounidense, en su cabeza.
Crosby en la película muestra a un tipo que nunca antes se había visto. En el que admite que morirá muy pronto. «Lo único que puedo hacer para mejorar cualquier cosa en cualquier lugar para cualquiera es tocar música. Así que lo hago lo mejor que puedo», dijo Crosby, que deja una frase al final que podría resumir toda su vida, Vedla.