Soberbio álbum debut de Cave Flowers se han marcado Andy McAllister y su banda en el 2020. McAllister desde Seattle se mudó hacia Los Angeles para seguir manteniendo ese fuego intermedio del sonido californiano, The Jayhawks, Band of Horses o My Morning Jacket
Andy McAllister después de lanzar tres álbumes con su banda anterior Vanish Valley, se encontró vagando por Los Angeles, todavía soñando con formar un grupo que buscara ese relajado sonido country de California por el que originalmente dejó Seattle en primer lugar. Se reconectó con la guitarra y con el hombre genuino del renacimiento, Henry Derek Elis, a quien conoció hace 10 años cuando se mudó a Los Angeles. Elis introdujo a partes iguales de Waylon Jennings y Crazy Horse en la ecuación y la banda rápidamente tomó forma con Ryan Wykert (Ivory Deville) a la batería y a Ben Coil al bajo, entraron a grabar el disco a los estudios Heritage Recording Company con Chris Rondinella, quien comenzó como ingeniero de Levon Helm y en dos días grabaron 11 canciones en directo. Jon Niemann (Gospelbeach) al teclado y Frankie Palmer al pedal steel participaron en el disco como colaboradores en aquellos dos días de grabación.
El resultado del debut de Cave Flowers no podría ser mejor, extraordinario. El cuarteto logra ese sonido de guitarra despreocupado que tanto amamos. El country arenoso y el rock ‘n’ roll granulado se mezclaron y lo agitaron como en «Midnight Movie» sumado al sonido vocal de Andy McAllister, en el que todo suma un celestial sonido Stones-Drive-By Trucker-Lucero. Este es uno de esos discos de rock que pueden desafiar a cualquier amante musical a profundizar sobre la música country. Al igual que The Replacements, Lucero o decenas de predecesores, ese enfoque de Cave Flowers hacia la melodía y composición, junto con una variedad completa de influencias, produce un disco como este. Discazo como la copa de un pino.
.https://youtu.be/LUPnsNY_-OY