Enorme concierto el ofrecido por Rusó Sala en el marco de ese irreductible faro cultural que es el 66 butaques : un recital de esos que despierta los sentidos, una música a la que hay que enfrentarse sin perjuicios y con la mente abierta. En formato de trío (imprescindible la conexión y sinergia con Miriam Encinas y Aleix Tobias), la cantautora ampurdanesa nos llevó tan lejos como pudo…
“Desirà l’amic”, con textos de Ramón Llull, inició el recital impregnando todo el espacio de una música que huele a mar ,a viento, naturaleza y amor. La multiinstrumentista Miriam Encinas con el dilruba, y Aleix Tobias con una percusión tan infinita como rara de ver en directo se mostraron desde esta primera pieza cómplices necesarios para que Sala pudiera transmitir su mensaje en total integridad. La rítmica “Com un estel fugaç” , “En Los Secrets De L’amic” (melodía arabo andaluza ) y la ligera “Un bon día” precedieron a “Fruits verds”, una oda a lo bueno y lo malo del mar y sus consecuencias.
En la autobiográfica “La familia” Encinas destacó con la viola medieval, suave fabula “La dona de Montgrí” y “Clar de bosc” sería lo más cercano a un radiable single dentro de la música de autor. Cambió al castellano para declamar sobre la ruptura de pareja en la intensa “Gusano” , y volvió a citar a Llull en “Il·luminà Amor”, una tonada de raíces argelinas con un gran solo a la percusión de un comprometido Aleix Tobias.
Por las restricciones horarias debido a la pandemia cerró un recital que sobrepasó por poco la hora con la tradicional canción sefardí «Morenika». Un festín para los sentidos, un viaje por el Mediterráneo , por sus sabores y olores, por sus historias comunes y por vivencias tan personales e intransferibles. Si no podéis hacer este viaje en directo con Rusó escuchad su último disco “Desirem”, y no querréis volver por un tiempo…
Galería de fotos del concierto de Rusó Sala pinchando en la foto.
Fotos por José Figueres.